Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 9 de enero de 1963

La circuncisión y los problemas de la bisexualidad

Irene Domínguez Díaz

Notas y comentarios sobre Herman Nunberg y su artículo
"La circuncisión y los problemas de la bisexualidad"

Tomado de
http://www.scb-icf.net/nodus/contingut/article.php?art=252&autor=78&pub=3&rev=35

Herman Nunberg (1884-1970) se introduce en el psicoanálisis a través de los estudios sobre la asociación, colaborando con Bleuler y Jung en Zurich e ingresando más tarde en el Grupo Psicoanalítico de Viena en 1915. Emigra en 1931 a los Estados Unidos, en donde llegó a ser presidente de la Asociación Psicoanalítica Norteamericana i.

La referencia que hoy trabajamos es sobre el artículo titulado La circuncisión y los problemas de la bisexualidad ii. Éste se publicó el año 1947 en The International Journal of Psychoanalysis, en Nueva York, quince años antes de que Lacan dictara su seminario sobre la angustia.

El texto se divide en tres partes, en las que Nunberg trata de dar cuenta del fenómeno de la circuncisión y sus repercusiones en la subjetividad del neurótico a partir, por una parte, de una serie de investigaciones de orden antropológico hechas por diversos autores, y, por otra, de la exposición de algunos casos de su propia práctica clínica que ejemplifican aquello que quiere demostrar. A mi parecer, el texto es largo y en algunos momentos se torna un poco denso, sobre todo en lo relativo a la narración de sus casos clínicos, que tienen ese tono minucioso y preciso de quien no quiere dejar escapar ningún detalle y en los que el recurso a la interpretación se eterniza, características que a menudo hallamos en los historiales clínicos de los textos de los psicoanalistas contemporáneos de Freud.

1. LA CIRCUNCISIÓN

Nunberg pone de manifiesto, ya desde el inicio, lo que Freud presentó con respecto al acontecimiento de la sexualidad humana, a saber, que algo del sexo biológico, desde los tiempos antiguos, ha suscitado enigmas profundos en el ser humano. La circuncisión es una práctica que está presente desde los pueblos salvajes hasta la actualidad. Atraviesa tanto civilizaciones antiguas como la egipcia, religiones como la judía y la mahometana, así como está presente en pueblos anglosajones pretextando razones higiénicas iii.

Freud puso de relieve la relación entre circuncisión y castración; Theodor Reik en su estudio sobre los ritos de la pubertad entre los primitivos afirma que ésta es una castración simbólica cuyo objetivo es prevenir el incesto y permitir al muchacho ingresar en la comunidad masculina, dándosele, gracias al rito, el permiso para mantener relaciones sexuales con objetos no incestuosos iv.

Nunberg destaca del recorrido de su investigación que la circuncisión tomada como un rito de iniciación permite la identificación con el padre, obstruye la libido homosexual y libera la heterosexual tras operar una separación de la madre. Esta separación está imaginariamente representada por la pérdida del prepucio en el acto de la circuncisión. Perderlo es, simbólicamente, perder a la madre y en el mismo movimiento afianzar la masculinidad, la identificación con el padre; de ese modo, el pene del muchacho se hace equivalente al del padre. Sin embargo, Nunberg también hace hincapié en que el daño sufrido por el pene puede intimidar al niño, originar temor y, por tanto, la virilidad se puede ver perjudicada.

El autor pone de relieve que no se le ha dado al complejo de castración la dimensión real de su importancia y, tomando a Freud, destaca que aquél se localiza en la etapa de la primacía del falo. A partir de aquí, el objeto de su estudio será rastrear en las historias clínicas de sus pacientes el trauma producido por la circuncisión, tarea que se le presenta un poco dificultosa, puesto que los judíos suelen realizar este rito ocho días después del nacimiento, y dice: "aunque los judíos llevan el estigma de santidad e inferioridad como si comprendieran el significado de la circuncisión, les es imposible recordar el hecho real" v. Elegirá entonces para su estudio, aquellas circuncisiones practicadas en sujetos entre los cuatro y los seis años para hacerlo coincidir con la etapa fálica.

Gran parte del material clínico aportado por Nunberg hace referencia a sueños de los pacientes que irá relacionando con la marca traumática de la circuncisión del sujeto y, por ende, con su complejo de castración.

Uno de los casos que presenta trata de un hombre que no acepta el fin del análisis propuesto por el analista, y lo expresa a través de un sueño. La interpretación de este sueño le conduce a su experiencia de la circuncisión. El paciente, tras serle curada la herida y examinando su pene, observa que le falta un "pedacito". Para dar explicación a este hecho, al sujeto se le ocurre que el médico había guardado su prepucio y que desde entonces estaba casado con este hombre. Nunberg expone aquí que esto da cuenta de una ligazón homosexual con el padre así como que el prepucio quedaba asociado a la madre y al anhelo perdido de los cuidados que ésta le proporcionaba cuando, antes de la circuncisión, le limpiaba el prepucio. Más adelante aparece, después de la circuncisión, el relato de la teoría del nacimiento que inventa el paciente: "el padre o la madre orinan, haciendo nacer una criatura que es niño o niña en una sola persona -un hermafrodita-; una vez decidido el sexo de la criatura, se la corta en dos partes, el niño retiene el pene y la niña el prepucio". Nunberg vincula el acto de la circuncisión a un "nuevo nacimiento" y de ahí parten las teorías del sujeto relacionando éste con el reparto de la diferenciación sexual.

2. LA BISEXUALIDAD

A partir de este y otros ejemplos, introduce el segundo gran tema del que consta el artículo: la idea de la bisexualidad. En el texto se refiere a ésta, no tanto en relación con la orientación sexual, es decir, como la elección de objeto que hace el sujeto, sino más bien como término equivalente al hermafroditismo. Trae a colación referencias del Simposio de Platón donde habla del mito clásico de la creación. En el inicio había un "hombre-mujer" que tenía los dos sexos. Entonces Zeus propone cortarlo, partir en dos este ser, quedando separados el hombre y la mujer. En tanto seres que provenimos de tal separación, siempre buscamos reunirnos con la otra parte, del otro sexo, la que vendría a completarnos para formar el ser original que fuimos. Nunberg destaca la relación del corte del mito griego con el de la circuncisión. También recurre a la versión bíblica de la Vulgata, según la cual la primera mujer fue creada de una costilla de Adán. Sin embargo, nos hace detenernos en la etimología de la palabra hebrea cela que significa 'costado' y no 'costilla' y hace coincidir de este modo el mito bíblico de la creación con el griego. Es decir, Adán fue andrógino, una criatura bisexual; la mujer debe su existencia al hecho de haber sido separada del hombre. Es gracias a la circuncisión como se materializa la operación de la separación de los sexos. Pero añade que ninguno de estos mitos nombra la castración, es como si el hombre necesitara pensar que los sexos se han separado sin que la castración haya ocurrido vi.

El autor enfatiza que estos mitos, individuales y colectivos, tienen la función de dominar el desconcierto y la angustia provocados por la visión de los genitales femeninos, por la visión de un ser humano sin pene vii.

Los problemas de la bisexualidad presentes en algunos de los casos de sus pacientes tratan de esta idea fundamental: el niño siente una terrible angustia relacionada con la visión de los genitales femeninos y es mediante el trauma de la circuncisión como se liberan fantasías, mitos y pensamientos, con el fin último de preservar el falo. Vincula la idea de esta indefinición sexual a la afirmación freudiana de que no hay tipos diferentes de libido viii y recalca que lo más importante es que conflictos similares pueden encontrarse donde no ha habido circuncisión real. Acontecimientos como la prohibición de la masturbación y otras frustraciones inhiben la satisfacción de exigencias instintivas, produciendo reacciones análogas a las de la circuncisión.

Otra de las consecuencias del paso por esta experiencia es el sometimiento al poder del padre, que es uno de los puntos fundamentales de lo que resulta tras el complejo de castración ix. Junto a la aceptación de su autoridad se halla soterrado el perdón proveniente del padre por haber deseado a la madre.

3. BREVE COMENTARIO SOBRE LA REFERENCIA DE LACAN

Lacan destaca, en el capítulo VII del Seminario sobre la Angustia, el artículo de Herman Nunberg como notable y subraya la visión de éste al poner el acento, en cuanto amenaza, en el corte.

Resalta el papel fundamental que juega la castración en las sociedades socializadas donde los hombres circulan como portadores del falo y las mujeres como los objetos de intercambio, donde es preciso que no se vea que también en ellas se trata del falo.

Nos recuerda lo más obvio del complejo de castración, esto es, que no se trata en modo alguno de una castración, sino de una angustia asociada a amenazas fantasmáticas. Y es precisamente en el acento del corte donde hace entrar en el campo de la castración a la circuncisión x.

Irene Domínguez Díaz
24 de marzo de 2007

Notas:

  1. Nunberg, H., "La circuncisión y los problemas de la bisexualidad", en Bibliográfica 9, editada por la Biblioteca del C.F. de Barcelona, 2006, pág. 3.
  2. Ibid., pp. 7-71.
  3. Ibid., pág. 7.
  4. Ibid., ibid.
  5. Ibid., pág. 8.
  6. Ibid., pág. 18.
  7. Ibid., ibid.
  8. Ibid., pág. 39.
  9. Ibid., pág. 45.
  10. Lacan, J., Seminario X. La Angustia, Paidós, Barcelona 2006, pág. 102.

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