Notas
y comentarios
Sesión del
14 de noviembre de 1962
La angustia, punto de cita con el discurso anterior
1 - Una "articulación" empobrecida
En el comienzo de este seminario sobre la angustia, Lacan subraya que la elección del tema no es caprichosa: "La angustia es muy precisamente el punto de encuentro ("point de rendez-vous") donde les espera todo lo relacionado con ("ce qu'il en était de") mi discurso anterior. Verán ustedes cómo ahora podrán articularse entre si cierto número de términos que antes habrían podido no parecerles suficientemente conjugados. Verán ustedes, así lo creo, cómo, al anudarse más estrechamente en el terreno de la angustia, cada uno de ellos ocupará mejor su lugar" (subrayado mío).
Este párrafo ya nos anticipa, no solo los problemas propios del seminario (cuáles son los términos de ese discurso anterior, y cómo la angustia será el terreno de su anudamiento), sino también los problemas de transcripción y traducción que presentan las ediciones "oficiales" de Seuil y Paidos. He subrayado algunas partes y agregado el respectivo texto en francés (entre paréntesis y en rojo), para señalar algunos matices temporales que la traducción de Paidos elimina, pero que cobran todo su valor cuando llegamos al verbo "articularse" (presente tanto en Paidos como Seuil, pero ausente en la estenotipia).Si hay un verbo que ha devenido un comodín general en la jerga de los lacanianos y, por extensión, de todo el mundo psi (por lo menos en Buenos Aires), es el verbo "articular". Cada vez que alguien se enfrenta con algún tipo de relación, que no sabe precisar, entre dos elementos, cosas, o lo que sea, usa el verbo "articular", abusando hasta el extremo del sentido del término latino original articulare (de articulus, que significa "juntura") y transformándolo en una "muletilla" ("voz o frase que se repite mucho por hábito"). El resultado de ese uso indiscriminado es el de vaciar de precisión la caracterización de esas relaciones.
Es justamente lo que ocurre en este párrafo, y por partida doble, ya que su aparición es fruto del "establecimiento" de Seuil y Paidos: en la estenotipia no lo encontramos. Lo que en ella leemos es "l'angoisse est très précisément le point de rendez-vous où vous attend tout ce qu'il en était de mon discours antérieur et où s'attendent entre soi un certain nombre de termes qui ont pus jusqu'à présent ne pas vous apparaitre suffisamment conjoints" ("la angustia es muy precisamente el punto de cita donde los espera todo lo que venía siendo (1) en mi discurso anterior y donde se esperan entre si un cierto número de términos que, hasta ahora, han podido no parecerles suficientemente conjuntos") (subrayados míos).
¿Porqué la edición Seuil reemplaza "où s'attendent", cuya traducción es "donde se esperan" (y que en la estenotipia figura como una corrección a mano del propio Lacan) por "vous verrez comment pourront maintenant s'articuler" (que Paidos traduce como "verán ustedes cómo ahora podrán articularse")? ¿Será un prurito de "corrección de estilo" que busca "sinónimos" para no "repetir" tan próximamente el verbo "esperar"?
Sin embargo, vean el estrago que implica aplastar, con la generalidad de esta "articulación", la precisión de la estenotipia en cuanto a la dimensión de la "espera" entre si de esos términos que, entonces, en ese "anudamiento mas estrecho", "en el terreno de la angustia", ocuparán mejor "su lugar".A partir de estos comentarios se apreciarán
por un lado, los matices que puede plantear la traducción de "point de rendez-vous": si quisiéramos acentuar la dimensión topológica de "point", la expresión "punto de encuentro" podría ser adecuada. Pero si quisiéramos acentuar la dimensión temporal y de convocatoria de "rendez-vous", convendría hablar de "cita". Si dijéramos "punto de cita" tendríamos presentes los dos aspectos, aunque a costa de un pequeño forzamiento de estilo del castellano
por otro lado, los matices que Paidos desatiende al traducir "ce qu'il en était" por "lo relacionado con" en vez de "lo que venía siendo en", ya que la expresión en francés subraya claramente la dimensión del decir y del desarrollo de un discurso (sentido afín a la "espera"), cuestión absolutamente bastardeada con la generalidad de ese "relacionado".
Tengamos presente, también, que hay al menos otras dos referencias a la "espera" en esta misma sesión:
- en las páginas 16 y 17, en relación con la "preocupación" de Heidegger y la "seriedad" de Sartre (estos dos términos conformarán un triángulo junto a la "espera" de Lacan, que será anotado en el pizarrón) (ver notas y comentarios)
- y en las páginas 13 y 15, en relación a la angustia del analista (ver notas y comentarios).
¿Existe alguna relación entre estas diferentes "esperas"?
Más adelante veremos cuales podremos establecer, o descartar, nosotros (ver notas y comentarios). Pero la base, tanto para nuestra propia reflexión, como para la de cualquiera otro, es la disponibilidad de las fuentes. Como vemos, así como una precisión obliga a otra, por la vía opuesta, un descuido conduce a otro. Creo que aplastamientos como este son los que, luego, conducen a la reproducción automática de zonceras de todo tipo.2 - Género y traducción
Los últimos renglones de esta primera página del seminario plantean otros dos pequeños problemas de este tipo.
En efecto, tanto Seuil como Paidos, por un lado, eliminan una palabra, y por el otro agregan otra.
Lo que han quitado es la referencia explícita al "fantasma" respecto a la temática abordada en las mencionadas "jornadas provinciales" (2). No sé a qué responde esa eliminación, y no encuentro otras consecuencias más que las de complicar la referencia de dichas jornadas.El agregado, por su parte, es la palabra "estructura" en "la estructura de la angustia", en la última frase.
Este agregado nos ofrecerá la ocasión de dos precisiones:
- por un lado, subrayar la dimensión metodológica implicada en estos problemas de lectura
- por otro lado, introducir algunas consideraciones sobre los problemas de estilo en Lacan
La cuestión metodológica surge al analizar el cuestionamiento que plantea Ricardo Rodríguez Ponte (en su versión crítica) (3) respecto del agregado de esa palabra "estructura".
Para él, ese añadido "inclina hacia un sentido lo que en la transcripción es por lo menos ambiguo, en la medida que el "su lugar" de la frase anterior en francés se dice en femenino: sa place. Ahora bien, no es lo mismo afirmar que la estructura del fantasma es la misma que la estructura de la angustia, que afirmar que el lugar del fantasma es el mismo que el de la angustia. Esto último apuntaría a dirimir dichos lugares en el grafo al que se refiere Lacan a continuación".
Por eso la traducción que él propone de la última frase de este párrafo, siguiendo este criterio, es la siguiente: "Verán que el de la angustia no está lejos de aquel, por la razón de que es verdaderamente el mismo".
Es decir, Ricardo Rodríguez Ponte se inclina por asociar el "celle" y el "celle-là" al "lugar" (de ahí su traducción al masculino) y no a la "estructura".
La versión Seuil/Paidos, en cambio, con ese agregado, se pronuncia por la asociación con "estructura"Para resolver la cuestión les propongo el ejercicio de responder a la siguiente pregunta: ¿Que se concluye de leer esa última frase de un modo u otro?
3 - La "estructura" de la angustia
Si hablamos de "estructura" de la angustia, quizás valdría recordar qué significa "estructura".
En matemática, ese término remite a un conjunto de elementos y una o más operaciones. "Una consideración abstracta de las estructuras atiende a la forma cómo se relacionan elementos dentro de un dominio de objetos no especificados y a cómo se relacionan entre si las relaciones de relaciones, y así sucesivamente. No importan ni los objetos ni el carácter de las relaciones entre ellos, importa únicamente el patrón según el cual los objetos, sean los que sean, y las relaciones, sean las que sean, están articulados" (Ferrater Mora).
Si ahora agregamos la indicación de que la "estructura" de la angustia es la misma que la del fantasma, ¿acaso deberíamos entender que la fórmula (ya que esa seria, en primera instancia, la "estructura") del fantasma ($<>a) también vale para la angustia? ¿Es una indicación de las relaciones que se plantean, en la angustia, entre el sujeto y el objeto? ¿Es una anticipación de las fórmulas de la división subjetiva que aparecerán mas tarde?Creo que el sentido de esta fórmula es explicitado en la sesión del 19 de diciembre, cuando Lacan señala, taxativamente que "hay una estructura de la angustia", y que la primera cosa a plantear, en ese sentido, es que "la angustia está enmarcada", al igual que el fantasma (ver notas y comentarios). Esa estructura es "la que ven en el espejo de mi esquema" (4). Eso es lo que tienen de común la estructura de la angustia y el fantasma. Y probablemente por esta articulación que enhebra las sesiones del año 1962 Miller ha titulado el agrupamiento de las mismas (es decir, las sesiones previas al cambio de estatuto del objeto a), "Introducción a la estructura de la angustia".
Lo que hace rechinar un poco en este título es el hecho que la angustia es definida como un afecto, y el afecto no se reduce tan sencillamente a la dimensión de la estructura (al menos en la medida en que se la asocie con el orden de lo simbólico). El propio Lacan ubica el afecto como un "efecto" de la estructura. Al final de esta misma sesión, a la hora de hablar de la angustia "doctrinariamente", recuerda que la angustia "es una afecto", y que "el afecto tiene una estrecha relación de estructura con lo que es un sujeto" (5). Y para referirse a las relaciones entre el afecto y el significante remite a sus comentarios sobre la cólera (ver comentarios).
Lo mismo se plantea en la sesión del 20 de noviembre de 1963 del seminario trunco sobre los nombres del padre, cuando insiste en que "la angustia es un afecto del sujeto" y que esa fórmula la ha planteado en relación a "la estructura, especialmente del sujeto, definido como el sujeto que habla, que se funda y determina en un efecto de significante" (6).
En suma, en la fórmula "estructura de la angustia" se juegan las ambigüedades y dificultades de cómo se incluye el objeto en el Otro, o lo real en lo simbólico.
Este es un ejemplo más de cómo la estructura, para Lacan, siempre incluye un elemento o dimensión heterogéneo (motivo por el cual Lacan nunca puede ser reducido al espectro habitualmente denominado "estructuralismo")Veamos ahora qué subrayaría o aportaría, en cambio, entender esa frase como una equiparación del "lugar" de la angustia con el del fantasma, tal como lo propone Rodríguez Ponte. Creo que esa referencia al lugar podría ser interesante si se refiriera al "lugar" del fantasma en el grafo, o en la "ventana", o a algún otro "lugar" en sentido topológico (es decir, estructurado). Pero la referencia al "lugar" en ese párrafo remite a la "mente" (esprit) de sus alumnos. En otras palabras, el sentido de "lugar" aquí no es topológico sino metafórico, como una manera de decir que algo les ha entrado en la cabeza, que finalmente lo han comprendido. Y en ese contexto, no tiene sentido hablar de un mismo "lugar".
En consecuencia, la versión de Seuil/Paidos, en este punto, es más coherenteComo se ve, no se trata de "buscar" diferencias (entre las diferentes versiones) por las diferencias mismas.
Ese fue, quizás, uno de los vicios de muchos antimillerianos, animados más por esa posición "anti" que por sacar alguna enseñanza en concreto de la lectura.
Tampoco tiene sentido sembrar una duda generalizada sobre las ediciones oficiales, si la misma se funda en ese mismo sentimiento "anti". En el fondo, eso no promueve más que la suposición idealizada de la existencia de algún texto que se dejaría leer sin esfuerzos y que, por supuesto, algún otro "malo" nos querría escamotear.El ejemplo de este problema de traducción planteado en la versión de Rodríguez Ponte (7) muestra que tampoco dicha versión nos exime de la tarea de comparación y el trabajo que implica una lectura seria.
4 - El estilo de Lacan y los problemas de la transcripción
Pasemos entonces al otro costado del problema de ese fragmento: ¿porqué haría falta "asegurar" el "entendimiento" del lector con ese agregado de la palabra "estructura" que hacen las ediciones Seuil y Paidos?
En base a lo ya comentado, se comprende que no pretendemos hacer un planteo en términos de protestar por lo que podría considerarse una profanación (modificación) de algo sagrado (la palabra de Lacan). Tampoco se trata del purismo del respeto al "original". Lo que esto vuelve a plantear, justamente, es la dimensión del problema que implica la transcripción de la palabra oral, eso que las ediciones oficiales llaman "establecimiento del texto". Ese establecimiento, esa transcripción, debe resolver, en cada frase, problemas de "redacción" de este tipo.
En el caso de esta frase, en francés, el transcriptor podría haberse atenido a la estenotipia, conservando la ambigüedad de la misma. Pero el que no habría podido obviar la resolución de esa ambigüedad es el traductor al castellano ya que, a diferencia del francés, donde "lugar" y "estructura" son, ambas, femeninas ("place" y "structure"), en castellano, el primero es masculino y la segunda femenina (que fue el problema en el que se enredó mal Rodríguez Ponte).
En suma, el "establecimiento del texto" implica resolver toda una serie de problemas en la redacción, y en esa tarea, la responsabilidad del transcriptor es ineliminable, y no puede ser ignorada.
Es evidente que Miller tiene esto claro. No se si por anticiparse a los problemas de traducción al castellano, o por qué otra razón, pero está claro que él decidió dejar bien marcada la resolución de la ambigüedad de esta frase que venimos analizando, ya que no dudó en reemplazar la referencia "la de" por la palabra "estructura", directamente.
Insisto, no se trata de denunciar una "falsificación", ya que la decisión de una redacción u otra solo puede surgir del transcriptor. El problema político consiste en que, en las ediciones oficiales, estas intervenciones del transcriptor no son explicitadas, quedan ocultas, subsumidas dentro de la "autoría" compartida de Lacan y Miller. En tanto lectores, no se nos avisa; se resuelve el problema por nosotros.
En este caso, hemos coincidido con la lectura de Miller: Pero en otros párrafos, en otros lugares, no habremos de coincidir (ver, por ejemplo, comentarios sobre la orografía de la angustia). Y la única manera de saber si coincidimos o no es disponer de los elementos de juicio. Por eso me parece que sería mas conveniente que cada una de las intervenciones del transcriptor quedara anotada como tal.
Además, disponer de estas marcas, a su vez, permite abordar las contradicciones o vacilaciones del propio Lacan.
Este tipo de intervenciones, correcciones o ajustes "pedagógicos" van configurando algo que podríamos llamar un "estilo" de Miller en el establecimiento del texto de los seminarios, un "estilo" que tiende a pulirlo, a redondear sus aristas.
Pero las vacilaciones y contradicciones no dejan de ser elementos importantes en el desarrollo de una enseñanza.
Ya no sabemos cómo habrá sido la situación original, el momento en que esa frase fue pronunciada. Ya no disponemos de las entonaciones y los matices que empujan el sentido hacia un lado u otro. Todo eso está perdido (8), amén de que eso tampoco resolvería el punto de qué fue lo que cada oyente "entendió" (en el doble sentido de oír y comprender).
Pero quizás la ambigüedad en la forma de la frase obedecía a alguna ambigüedad en el planteo mismo de Lacan (para el caso, las asperezas que implica hablar de la estructura de un afecto).
El propio estilo de Lacan suele sostenernos en alguna irresolución o ambigüedad. Es muy común que esté diciendo "algo" de "algo" que remite a "otra cosa", y así, sucesivamente, a lo largo de frases que a veces parecen interminables.
Por ejemplo, veamos cómo se refiere a esa reunión de la Sociedad donde se supone que sus oyentes habrían terminado de entender la cuestión de la estructura del fantasma. Dice "pudo parecerme, a propósito de lo que se ha dicho del fantasma en una de las reuniones, llamadas "provinciales", de nuestra Sociedad, que algo había tomado efectivamente su lugar, en vuestra concepción, en lo que concierne a esta estructura tan esencial que se llama el fantasma". Cuantas vueltas para decir que le pareció que por fin entendieron algo del fantasma. Fíjense: "a propósito de", "en una", "que algo", "en vuestra", "en lo que", "que se".
Es cierto que no faltan también las definiciones taxativas, pero su estilo no es el de un profesor, su estilo no es el de las definiciones de los conceptos. Su discurso es una enseñanza que se va desenvolviendo en acto.Está claro que cuando Lacan quiere decir las cosas de un modo mas conciso, lo hace. Los "Escritos" son un claro testimonio de que no era capacidad lo que podía faltarle a la hora de "concentrar" un decir. Por eso mismo queda claro que este modo de dar vueltas hace a su estilo, y por ende, a la transmisión misma de su enseñanza (9). Por lo tanto, el cuidado que se tenga, en la transcripción, con el estilo de Lacan, no es una cuestión menor.
Notas
(1) Rodríguez Ponte traduce como "lo que era", pero así omite la incidencia del "en" ("ce qu'il en était")
(2) Refiere a las "Jornadas sobre el fantasma", de la Société Française de Psychanalyse realizadas el 21 de octubre de 1962.
Según Diana Estrin, en su "Lacan día por día", "Hay constancia de estas Jornadas, fuera de esta mención, en Serge Leclaire, "Psicoanalizar", Siglo XXI, México, 1970. En notas 10 y 11 a pie de página 13, Leclaire comenta la intervención de Lacan pero en ningún otro lado he encontrado referencias a la misma ni transcripción de la intervención de Lacan"
Cabe señalar, por un lado, que del libro de Leclaire, solo la nota 11 refiere a estas jornadas (la nota 10 no refiere a las jornadas sino a un cuadro de Magritte), y por otro lado, que existen notas de esta comunicación, tomadas por Claude Conté e Irene Roublef, que fueron publicadas en el Anexo II del número 8 de la revista "La Psychanalyse" (incluida también en la traducción de Ricardo Rodríguez Ponte, disponible aquí en archivo de word)(3) Como hemos mencionado en el comentario sobre las fuentes para este trabajo de lectura, existen dos traducciones al castellano de la estenotipia francesa: la clásica de Irene Agoff (disponible en casi todas las bibliotecas de las instituciones analíticas) y la versión crítica de Ricardo Rodríguez Ponte (publicada en la revista Acheronta, a partir del número 22). Encontrará la versión de esta sesión del 14 de noviembre de 1962, aquí, en formato de Word
(4) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, páginas 84/85
(5) Idem, páginas 22 y 23
(6) Jacques Lacan, Des Noms-du-père, Seuil, páginas 69/70, traducción propia (hay edición castellana: "De los nombres del padre", Editorial Paidos)
(7) No sé a qué se debe este error o confusión por parte de Rodríguez Ponte. Se lo he preguntado, pero nunca me respondió.
Accesoriamente, y para terminar con la comparación de este párrafo entre la edición Paidos y la versión crítica de Rodríguez Ponte, podríamos señalar que "bel et bien", en francés (tanto en la estenotipia como en la edición Seuil), no es igual a "véritablement", que sería el término que debería figurar para que fuera estrictamente válida la traducción de RRP por "verdaderamente" (en psicoanálisis cabe poner cuidado con las referencias a la "verdad"). "Bel et bien", en realidad "Beau et bien" ("Bel" reemplaza a "Beau" por la presencia de la vocal "e " en "et") es una locución adverbial y familiar que significa "Tout à fait, entièrement", es decir, completamente, enteramente. Aplicado a la frase en cuestión, podríamos decir que la traducción de Paidos por "ciertamente" sería mas adecuada. De todos modos, lo que habría que ver es si ayuda, esta precisión, al problema de interpretación.
También cabría señalar que "vôtre esprit" no es exactamente igual a "vôtre conception", que es lo que correspondería a la traducción de RRP por "vuestra concepción". "Concepción" remite a "concepto", aspecto que no está incluido en "espíritu". Aquí también podríamos decir que la traducción de Paidos por "mente" sería más adecuada (aunque subsiste la pregunta de porque no traducir simple y literalmente por "espíritu")(8) Se han podido recuperar registros sonoros de casi todas sesiones de este seminario. Disponibles aquí
(9) El propio Lacan lo indica: "Todo retorno a Freud que dé materia a una enseñanza digna de ese nombre se producirá únicamente por la vía por la que la verdad más escondida se manifiesta en las revoluciones de la cultura. Esta vía es la única formación que podemos pretender transmitir a aquellos que nos siguen. Se llama: un estilo". En "El psicoanálisis y su enseñanza" (1957), Escritos 1, Editorial Siglo XXI, página 440