Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 28 de noviembre de 1962

Hamlet

Los "misterios" de la identificación al objeto

La referencia a Hamlet se engarza retóricamente como "tercer tiempo" de las relaciones entre escena y el mundo (ver notas y comentarios), a saber: "la función de la escena dentro de la escena".

Este nuevo abordaje de Hamlet agrega, al análisis de la "escena sobre la escena", un detalle "que en la época en que les hablé tan extensamente de Hamlet no había querido introducirles", supuestamente por el distraccionismo que hubiera implicado orientarse hacia la vastedad de la literatura hamlética. Esta justificación no parece muy consistente ya que en aquél entonces Lacan no se privó, en lo mas mínimo, en cuanto a apelaciones o recorridos por dicha literatura hamlética, sin que eso lo desviara un milímetro del desarrollo de su tesis sobre las relaciones entre el duelo y el deseo, así como de su construcción del grafo del deseo, para los que dicha lectura de Hamlet prestó soporte.

De hecho, esos detalles que Lacan agrega en esta sesión respecto de la "escena sobre la escena" (detalles que sugieren que lo que allí se representa no es el asesinato que habría cometido Claudio sino el que, él mismo, Hamlet, debe realizar (1)) solo vienen a subrayar, una vez más, la insuficiencia de la identificación imaginaria (que ofrecería esa actuación de los comediantes) como vía para que Hamlet pueda asumir las tareas de la venganza, manteniéndose la importancia de la identificación con Ofelia (en la escena del cementerio) como punto de resolución del drama del deseo.

Justamente por esto me parece importante despejar algunas de las graves confusiones que presenta la transcripción de Seuil, y su respectiva traducción en Paidos, en dos párrafos, ubicados en las páginas 46 y 47 de Paidos.

Podemos comenzar con el párrafo de la página 47, donde Seuil/Paidos plantean una contradictoria equiparación, al nivel de lo imaginario, entre los dos tipos de identificación en juego:

"Nous pouvons mesurer ici la distance qu'il y a entre deux sortes d'identifications imaginaires. Il y a l'identificación à i(a) ..."

"Aquí podemos medir la distancia que hay entre dos clases de identificaciones imaginarias. Está la identificación con i(a) ..." (2)

En la estenotipia, en cambio, figura una corrección que separa "imaginarias" de "identificaciones", articula "imaginarias" a la frase siguiente, y realiza el agregado de una numeración, del siguiente modo:

"deux sortes d'identifications. 1) L'imaginaire, celle au i(a)"

"dos clases de identificaciones. 1) la imaginaria, la identificación con i(a)"

El párrafo completo en cada versión es el siguiente (3):

Estenotipia Seuil
Nous avons ici la distance, la différence qu'il y a entre deux sortes d'identifications:
1) l'imaginaire, celle au i(a), image spéculaire telle qu'elle nous est donnée au moment de la scène sur la scène
2) celle plus mystérieuse, dont l'énigme commence d'être là, développé, à quelque chose d'autre, l'objet, l'objet du désir comme tel, sans aucune ambiguité désignée dans l'articulation shakespearienne comme telle puisque c'est justement comme objet du désir qu'il a été jusqu'à un certain moment négligé, qu'il est réintégré sur la scène, par la voie de l'identification
Nous pouvons mesurer ici la distance qu'il y a entre deux sortes d'identifications imaginaires. Il y a l'identification à i(a), l'image spéculaire, telle qu'elle nous est donné lors de la scène sur la scène, et il y a l'identification plus mystérieuse, dont l'énigme commence d'être là développée, à l'objet du désir comme tel, a, designé comme tel dans l'articulation shakespearienne sans aucune ambiguité, puisque c'est justement comme objet du désir qu'Hamlet a été négligé jusqu'à un certain moment, et qu'il est réintégré sur la scène par la voie de l'identification.
Traducción propia de la estenotipia Paidos
"Aquí podemos medir la distancia que hay entre dos clases de identificaciones.
1) La imaginaria, la identificación con i(a), la imagen especular, tal como la encontramos en la escena dentro de la escena
2) La identificación mas misteriosa, cuyo enigma empieza a desarrollarse aquí,
con alguna otra cosa, el objeto, el objeto del deseo en cuanto tal, designada sin la menor ambiguiedad en cuanto tal en la articulación Shakespeariana, pues es justamente en tanto objeto del deseo como ha sido ignorado hasta un determinado momento, y es reintegrado a la escena por la vía de la identificación"
"Aquí podemos medir la distancia que hay entre dos clases de identificaciones imaginarias. Está la identificación con i(a), la imagen especular tal como la encontramos en la escena dentro de la escena, y está la identificación mas misteriosa, cuyo enigma empieza a desarrollarse aquí, con el objeto del deseo en cuanto tal, a, designado en cuanto tal en la articulación Shakespeariana sin la menor ambigüedad, pues es en tanto objeto del deseo como Hamlet ha sido ignorado hasta un determinado momento, y es reintegrado a la escena por la vía de la identificación"

En negritas figuran las diferencias entre cada versión.

Como se ve, no son dos identificaciones "imaginarias".
Justamente, se trata de diferenciar, de la identificación imaginaria, otra clase de identificación, "mas misteriosa", con el objeto del deseo en cuanto tal, cuestión claramente diferenciada en la estenotipia, tanto por la numeración de las identificaciones, como por la insistencia en señalar que es una identificación "con alguna otra cosa, el objeto".
Que esta segunda identificación pueda requerir una cobertura imaginaria no reduce sus diferencias con la primera identificación imaginaria. Justamente, es por eso que Hamlet no puede resolver nada luego de la "escena sobre la escena", y que habrá que esperar a la escena en el cementerio para que se reencuentre con su deseo. El retorno de Hamlet se sitúa, entonces, por la vía del "reconocimiento retroactivo del objeto que se encontraba ahí" (
4), y ese es el punto hacia donde conviene dirigir nuestra interrogación, a saber, sobre "el estatuto del objeto en tanto que objeto del deseo" (5).

Precisamente, es en torno al estatuto de este objeto que la transcripción oficial realiza, además, un par de agregados "aclaratorios" que solo vuelven aún mas "misteriosa" esa identificación.

Comencemos por las dos diferencias que presenta el final de este párrafo.

Esto nos reconduce a un problema similarmente grave que se plantea en un párrafo anterior, en la página 46 (6):

Estenotipia Seuil
... rien n'est apaisé de la vengeance qu'elle crie, elle,

que c'est au moment de la révélation de ce qu'a été pour lui cet objet négligé, méconnu, que nous voyons, là, jouer dans Shakespeare, a nu, cette identification à l'objet que Freud nous désigne comme étant le ressort majeur de la fonction du deuil ...

Rien n'est apaisé de la vengeance que crie Ophélie, au moment de la révélation de ce qu'a été pour lui son père, cet objet négligé, méconnu. Nous voyons là jouer a nu cette identification à l'objet que Freud nous désigne comme étant le ressort majeur de la fonction du deuil.
Traducción propia de la estenotipia Paidos
... nada es aplacado en la venganza que ella clama

que es en el momento de la revelación de lo que ha sido para él ese objeto descuidado, desconocido, que vemos, ahí, jugar en Shakespeare, al desnudo, esta identificación al objeto que Freud nos designa como siendo el resorte mayor de la función del duelo.

La venganza que clama Ofelia cuando se revela lo que fue para él su padre, ese objeto ignorado, desconocido, no ha sido satisfecha en lo más mínimo. Vemos cómo en ese punto interviene al desnudo aquella identificación con el objeto que Freud nos designa como el mecanismo fundamental de la función del duelo

Como anteriormente, en negritas se indican las diferencias entre las versiones.

Así como los transcriptores agregaron el nombre de Hamlet en el final del párrafo que discutíamos anteriormente (para "aclarar" cual sería el "objeto" que había sido ignorado), también aquí han considerado necesario hacer un agregado, para "aclarar" cual sería el "objeto" que habría sido "ignorado y desconocido" en esta ocasión: "su padre" (el de Ofelia).

Lo paradójico es que se trata de la misma situación (la escena del cementerio) y por lo tanto, del mismo objeto (ignorado y desconocido, hasta el momento en que es reintegrado "por la vía de una identificación").¿Como puede ser que en un párrafo ese objeto sea el padre de Ofelia y en otro párrafo, media página despues, ese mismo objeto sea el propio Hamlet? ¿Como entender algo de esta "misteriosa" identificación al objeto, si además le sumamos todas estas misteriosas "aclaraciones" que agregan los transcriptores oficiales?

La misma redacción de los transcriptores muestra la incoherencia del agregado del "su padre" en el párrafo de la página 46: resulta que Ofelia clamaría venganza cuando se revela lo que fue "su padre", como objeto ignorado y desconocido, ... para ella?, no!!, "para él". ¿Pero quien podría ser este "él", sino Hamlet? Pero, entonces, ¿primero se revela para Hamlet lo que fue el padre de Ofelia para él (como objeto ignorado y desconocido?) y luego Ofelia clama venganza?? El absurdo no parece tener límites.

La clave parece radicar en ese pequeño "que" con que se inicia la referencia a ese "momento de revelación", ya que es el indicador que esta frase responde a un hilo de discurso que venía de un poco antes, que se desvió para unos breves comentarios, y que a partir de este punto retoma su curso. Para que se lo vea mas claramente, reproduzco, en toda su extensión, el fragmento de discurso, tal como lo traduce (y escribe) Rodriguez Ponte, a partir de la estenotipia, y tal como lo escribe Paidos (fiel traducción de Seuil) (7)

Rodriguez Ponte Paidos
No voy a demorarme traduciendo todo lo que quiere decir esto, pues aquí tengo que ir más lejos. Quiero avanzar bastante, hoy, y hacerles observar que, al lado de ese fracaso, articulé poderosamente, entonces, este segundo momento — les mostré todo su alcance. — Es en la medida en que se produce una identificación de una naturaleza completamente diferente, que llamé identificación con Ofelia, es en la medida en que el alma furiosa que legítimamente podemos inferir que es la de la víctima, de la suicida, manifiestamente ofrecida en sacrificio a los manes de su padre...

pues es a continuación del asesinato de su padre que ella se quiebra, que ella sucumbe — pero esto nos muestra las creencias de siempre, en lo que concierne a las consecuencias de ciertos modos de fallecimiento, por el hecho mismo de que las ceremonias funerarias, en su caso, no pueden ser plenamente cumplidas, que nada se ha aplacado de la venganza que ella grita, ella

...que es en el momento de la revelación de lo que ha sido para él ese objeto descuidado, desconocido, que vemos, ahí, jugar en Shakespeare, al desnudo, esa identificación al objeto que Freud nos designa como siendo el resorte mayor de la función del duelo, esa definición implacable, diría, que Freud ha sabido dar del duelo, esa especie de re-vés que designó en los llantos que le son consagrados, ese fondo de reproches que hay en el hecho de que no se quiera, de la realidad de aquel que se ha perdido, no querer acordarse más que de lo que dejó como pesares.

No me entretendré en traducir todo lo que esto significa, porque necesito ir más lejos. Aparte de ese eco, les había mostrado todo el alcance de una identificación de Hamlet cuya naturaleza es completamente distinta. Es lo que llamé la identificación con Ofelia. En efecto, en el segundo momento Hamlet es arrebatado por el alma furiosa que, como podemos inferir legítimamente, es la de la víctima, la suicidada, manifestamente ofrecida en sacrificio a los manes de su padre, pues ella si cede y sucumbe es a consecuencia del asesinato de su padre.

Esto remite a las creencias de siempre sobre las consecuencias de cirtos modos de fallecimiento, cuando las ceremonias funerarias no pueden llevarse a cabo plenamente. La venganza que clama Ofelia cuando se revela lo que fue para él su padre, ese objeto ignorado, desconocido, no ha sido satisfecha en lo más mínimo. Vemos cómo en ese punto interviene al desnudo aquella identificación con el objeto que Freud nos designa como el mecanismo fundamental de la función del duelo. Es la definición implacable que Freud supo dar del duelo, esa especie de reverso que señaló en el llanto consagrado al difundo, ese fondo de reproches que supone el hecho de que, de la realidad de aquel a quien se ha perdido, sólo se quiera recordar la pena que dejó.

La forma en que Rodriguez Ponte ordena el texto (siguiendo, en esto, la versión francesa de M. Roussan) permite separar el comentario sobre las creencias y situaciones correspondientes a los casos en que las ceremonias funerarias no han sido plenamente cumplidas, es decir, hacer funcionar unos "paréntesis" virtuales, tan comunes en la dimensión oral, y precisar de donde viene el "...que" del "momento de la revelación".

De lo que se trata, entonces, es de esa identificación "completamente diferente que llamé identificación con Ofelia". El objeto ignorado (o descuidado) no es el padre de Ofelia, sino la propia Ofelia. Y es por esta identificación con Ofelia que se plantea esta entrada, en Hamlet, de lo que aquí Lacan llama "el alma furiosa" de la suicida, y un poco mas adelante, "el furor del alma femenina", como aquello que le da a Hamlet "la fuerza para convertirse en aquél sonámbulo que todo lo acepta" (8).

Igualmente absurdo se revela entonces el agregado del nombre "Hamlet" en el primer párrafo analizado y la correspondiente idea de que Hamlet sería el objeto de deseo ignorado. Allí también es Ofelia el objeto en cuestión, porque allí también, de lo que se trata, es de diferenciar y precisar este tipo de identificación al objeto.

En suma, si Hamlet es convocado ahora es porque ya en su momento su lectura tuvo por función abordar el estatuto del objeto en tanto que objeto del deseo. De hecho, ya entonces, en la sesión del 18 de marzo de 1959, Lacan le da el siguiente carácter a la obra de Hamlet

Hamlet "es un personaje compuesto de algo que es un lugar vacío para situar - esto es lo importante - nuestra ignorancia. Una ignorancia situada es otra cosa que algo puramente negativo. Una ignorancia situada, finalmente, no es otra cosa que esa presentificación del inconsciente. Ella le da a Hamlet su alcance y su fuerza" (9)

Hamlet sería "una composición, una estructura tal que ahí el deseo puede encontrar su lugar, presentada con suficiente rigurosidad para que todos los deseos, o mas exactamente, todos los problemas de la relación del sujeto al deseo, puedan proyectarse" (10).

Y en la sesión anterior, del 11 de marzo de 1959, decia lo siguiente:

"La tragedia de Hamlet es la tragedia del deseo". "Hamlet hace jugar (...) el cuadro en el que se ubica el deseo"

"La malla de la obra de Hamlet es una especie de aparato, de red, de malla de cazador de pájaros (filet d'oiseleur) donde el deseo del hombre, en las coordenadas que Freud nos descubre, a saber, su relación al Edipo y la castración, está allí articulado esencialmente" (11)

En consecuencia, la lectura de Hamlet, en 1959, no apunta solo a algunas cuestiones de la neurosis obsesiva, la histeria o la melancolia, sino a la estructura misma del deseo, el estatuto del objeto del deseo, y la articulación entre deseo y objeto que brindará la función del duelo.

Al retomar el tema en la sesión de 1962 Lacan deberá introducir algunas modificaciones, en particular en lo relativo a las relaciones entre el objeto a y el falo (tal como lo veremos en las notas y comentarios de las páginas 49 a 51 de la edición Paidos).

Pero para poder precisar estas correcciones me parece pertinente realizar previamente un comentario de aquellas sesiones de comienzo del año 1959 (ver notas y comentarios)

Notas

(1) Los detalles son:

(2) Jacques Lacan, Le Séminaire, Libro X, La angustia, Ed. Seuil, page 48 ( página 47 de la traducción de Paidos)

(3) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Ed. Paidos, página 47. En negritas indico los faltantes, y con el subrayado los agregados, de las ediciones Seuil/Paidos respecto de la estenotipia

(4) Ver los comentarios sobre el uso del imperfecto en francés, en particular en la fórmula "él no sabía", en las notas y comentarios de los primeros párrafos de la sesión del 21 de noviembre, sobre la enseñanza.

(5) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Ed. Paidos, página 47

(6) Jacques Lacan, Le Séminaire, Livre X, L'angoisse, Ed. Seuil, page 47 ( página 46 de la traducción de Paidos)

(7) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Ed. Paidos, página 46

(8) Idem, página 47

(9) Jacques Lacan, "El deseo y su interpretación", sesión del 18 de marzo de 1959. Página 12 de la estenotipia. Traducción propia

(10) Idem, página 13

(11) Idem, sesión del 11 de marzo, página 15

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