Michel Sauval - Psicoanalista Jacques Lacan, Seminario "La angustia", Lectura y comentarios de Michel Sauval

Notas y comentarios
Sesión del 23 de enero de 1963

Dejar caer (niederkommen lassen)

El análisis del caso de la joven homosexual femenina le permitirá a Lacan precisar "una característica estructural de la relación del sujeto con el a", una relación "que se puede llamar universal", ligada a la función de resto del a. Para ello acude a "un término tomado del vocabulario de Freud" relativo a dicho caso, "el dejar caer, el niederkommen lassen" (1). Para Lacan "este dejar caer es el correlato esencial del pasaje al acto (...) es la estructura misma del pasaje al acto" (2)

1 - Dos "variantes" del pasaje al acto

En la sesión anterior, del 16 de enero de 1963 (ver notas y comentarios), había señalado que "la chica se arroja, niederkommt, se deja caer", "el niederkommen es esencial en toda súbita puesta en relación del sujeto con lo que él es como a" (3). Las dos condiciones esenciales de lo que se llama pasaje al acto son "la identificación absoluta del sujeto con el a al que se reduce" (4), y la "confrontación del deseo y la ley" (5). Y ambas se realizan en "el dejar caer, el dejarse caer" (6)

Esta "traducción" del niederkommen por "dejar caer" y/o "dejarse caer" plantea varios problemas, no solo por el cambio de interpretación que acarrea respecto a la caída del puente, sino porque la traducción misma resulta "forzada", ya que en "niederkommen" no hay ninguna referencia a "dejar". El agregado del término "lassen" (6), en esta sesión del 23 de enero, parece querer ajustar la expresión en alemán a la "traducción" planteada por Lacan. Podemos decir que este "arregla" a Freud a su manera, construyendo una expresión que pretende ser freudiana pero que en realidad consiste en añadir al "niederkommen" de Freud un "lassen" que no figura en ninguna parte del texto freudiano.

En segundo lugar, cabe tomar nota de las diferencias entre las dos formulaciones que Lacan ofrece de esa "traducción". En efecto, tenemos dos expresiones, "dejar caer" y "dejarse caer", presentadas, en la sesión del 16 de enero, como equivalentes para dar cuenta de la estructura del pasaje al acto: "Y esto solo puede realizarlo el dejar caer, el dejarse caer" (7). Pero en dicha sesión podemos detectar una oscilación entre ambas, según la escena a la que se asocie a cada una. En efecto, Lacan utiliza el "dejarse caer" cuando refiere a la caída del puente (donde la joven "se arroja", "se deja caer"), y utiliza el "dejar caer" cuando refiere al final que Freud le impone a ese caso (donde Freud la "deja caer").

Esta oscilación se detiene a partir de la construcción de la expresión "niederkommen lassen" (en la sesión del 23 de enero), que se ajusta a la fórmula "dejar caer", pero no tanto para la fórmula "dejarse caer", para la que más bien correspondería la expresión "niederkommen sich lassen" (8). Pero Lacan solo agrega el "lassen" ("dejar"), y no el "sich" ("se"). ¿Porqué? ¿Porqué prioriza el "dejar caer" al "dejarse caer"?. No es lo mismo una cosa que la otra.

No es lo mismo que la joven homosexual "se" "deje caer" desde el puente, a que Freud "la" "deje caer" del análisis. En ambos casos "la" que "cae", es la joven homosexual. Pero el "agente", si se puede hablar de tal, no parece ser el mismo en un caso u otro, salvo que traslademos la correspondencia, detectable en varios aspectos, entre la posición de Freud y la del padre, en términos de una equiparación del escenario del encuentro de la joven con el padre cerca del puente, y del escenario del fin del análisis que Freud impone con la derivación de la joven. De hecho, es lo que, de algún modo admite Thomas Gingele cuando, en su postfacio del libro "Sidonie Csillag. La joven homosexual de Freud", dice que "a semejanza del padre que habría dejado caer a su hija, se trata de imputarle a Freud la responsabilidad de haber hecho lo mismo, claro que dentro de su ámbito" (9). En cuyo caso, la "expresión" "niederkommen lassen" se ajustaría a ambos escenarios.

Pero esta no es la lectura que hace Lacan de la escena del puente. En esta sesión del 23 de enero vuelve a subrayar la acción de la propia joven que "salta por encima de la pequeña barrera que la separa del canal por donde pasa el pequeño tranvía semisubterráneo" (10). En cambio si es su lectura para la escena del final del análisis, ya que insistirá en subrayar la acción por parte de Freud: "pasa al acto" (11), "la deja caer"

Con lo cual, tenemos dos "variantes" del pasaje al acto. Una corresponde a la situación en que lo que cae "se deja caer", y la otra corresponde a la situación en que "alguien deja caer" algo. Para decirlo con un poco de humor, el segundo caso se asemejaría a expresiones como "me renunciaron": en un caso "me dejo caer", y en el otro "me caen"

Quizás por eso Lacan entiende necesario aclarar que el "dejar caer" es visto "del lado del sujeto": "el pasaje al acto está del lado del sujeto en tanto que éste aparece borrado al máximo por la barra. El momento del pasaje al acto es el de mayor embarazo del sujeto, con el añadido comportamental de la emoción como desorden del movimiento. Es entonces cuando, desde allí donde se encuentra - a saber, desde el lugar de la escena en la que, como sujeto fundamentalmente historizado, puede únicamente mantenerse en su estatuto de sujeto - se precipita y bascula fuera de la escena. Esta es la estructura misma del pasaje al acto" (12). Pero esta descripción, como vimos en las notas y comentarios de la sesión anterior del 16 de enero, se ajusta a la caída de la joven homosexual desde el puente. Pero no a la "caída" de la joven de su análisis con Freud.

En efecto, la imputación a Freud es fundamental, porque constituye el meollo, no solo de su crítica respecto a este caso, sino de la diferencia que Lacan quiere establecer respecto a los límites de los análisis freudianos, es decir, de los impasses de "Análisis terminable e interminable" y la roca viva de la castración. El trasfondo de este debate con Freud permite entender la preferencia de Lacan por la formulación más general del "dejar caer", que puede aplicarse tanto a la caída del puente como al final de análisis que Freud impone.

Pero esto genera una ambigüedad sobre la estructura del pasaje al acto, que habrá que analizar y tener en cuenta.

2 - Algunos problemas de transmisión

Para colmo, esto no es más que la punta de un iceberg cuya profundidad puede dimensionarse a partir de la publicación de la biografía de Sidonie Csillag, seudónimo de Margarethe Csonka-Trautenegg (13), la "joven homosexual" de Freud.

Hasta ese momento, ya teníamos tres versiones del caso: la de Freud, y las dos lecturas de Lacan. Como ya vimos, la posición de Lacan en 1957 (ver notas y comentarios sobre las sesiones de enero de 1957, del seminario sobre las relaciones de objeto), coincidía con la de Freud en asociar la caída del puente con el término "niederkommen" (que significa "dar a luz", "parir") e interpretar dicho acto "como una forma demostrativa de convertirse ella misma en ese niño que no ha tenido, destruyéndose al mismo tiempo en un último acto significativo del objeto" (14), es decir, tomar la caída como un "parto", como un acto simbólico.
En cambio, en 1963 Lacan ya no interpreta dicha caída como un acto simbólico sino como un pasaje al acto (ver
notas y comentarios de la sesión del 16 de enero). Por lo tanto, ya no le importa tanto la asociación del "niederkommen" con "parir", sino con el tipo de "caída" en juego, tal como acabamos de verlo en este comentario sobre las vicisitudes el agregado del término "lassen".

Pero ahora, con esta nueva biografía nos enteramos que la referencia a la supuesta "mirada furiosa" (15) del padre en el encuentro con la joven no surge de la propia Sidonie sino del contexto de la versión del padre. En realidad, esto ya lo reconocía el propio Freud: "en la motivación expuesta por la muchacha, el padre no aparece; ni siquiera se menciona la angustia frente a su cólera" (16). La conexión entre esa "interpretación profunda y la consciente, superficial, de la muchacha", la establece "el hecho de que en ese momento la dama había hablado igual que el padre y pronunciado la misma prohibición" (17). En suma, no hay "mirada furiosa", y el intento de suicidio es la respuesta de Sidonie a su "dama", que pretende alejarla de su lado ante la posibilidad de conflictos con el padre: "como un amo hegeliano, Sidonie Csillag enfrenta el riesgo de muerte y (re)conquista así su dominio" (18) sobre ella. La caída del puente no es ni un "dejarse caer" ni un pasaje al acto, sino un gesto (reiterado en otras dos ocasiones), a través del cual, su deseo "prevalece sobre el cuidado de mantenerse con vida", y así "ella se construye, se establece como amo" (19). En suma, "Sidonie Csillag fue un amo: un amo en su relación con el trabajo, un amo de su eterna juventud, de sus sueños, de sus palabras, de su nombre, de su padre (y más ampliamente de su familia y dentro de él), de la historia, de Freud, de su sexualidad, de sus perros, de sus amores" (20)

Allouch ofrece una cuarta interpretación. La identificación de Sidonie Csillag como objeto a no estaría allí donde Laca la sitúa (en esa mirada paterna indignada): Como objeto a ella no sería una mirada "sino una voz": "el soporte pulsional de la perrería del amor no es otra cosa que la pulsión invocante" (21). Sidonie Csillag sería "el amor encaminado hacia la transparencia del ser. Esa es su enseñanza. Sidonie Cisllag: una lejana alumna de Plotino" (22)

¿Cómo considerar, entonces, el caso de la joven homosexual femenina como un "caso clínico", puesto que no hay "referencias" que le den consistencia, y que no solo no hay acuerdo entre las interpretaciones de Freud y Lacan sino que, además, dichas interpretaciones han sido desmentidas por la biografía?

Tal como lo señalé en un editorial de Acheronta (23)

Pero entonces, ¿qué es lo que hace "válido" al psicoanálisis? ¿En qué consisten sus "casos", sus presentaciones clínicas, sus historiales? ¿Que pensar de ese "deseo de un hijo con el padre" que "explicaría" la elección homosexual de Sidonie (a partir de la frustración que habría implicado el nacimiento de su último hermano)? ¿Existió? ¿No existió? ¿Qué estatuto tiene? ¿Donde ir a buscarlo? ¿Como se "probaría"? ¿Ni niederkommen, deseo de un hijo con el padre, ni niederkommen lassen, identificación a la "mirada furiosa" del padre como objeto a y pasaje al acto?. ¿Podría ocurrir o decirse lo mismo de cada caso clínico del que dan cuenta los psicoanalistas? En otro términos ¿Qué valor darle, entonces, a todo lo dicho y escrito sobre el caso de la joven homosexual de Freud, en particular, y todos los demás casos, en general?

Justamente, ese número de Acheronta estuvo dedicado a este difícil problema de las relaciones entre clínica y transmisión (24)

Como vimos, el problema no se reduce a las licencias que Lacan se permite, por ejemplo, para utilizar a su "manera" el "niederkommen", situación que ya hemos verificado antes, en la sesión del 9 de enero, para el establecimiento de la "máxima" atribuida a Sade, al momento de analizar la estructura del deseo sádico (ver notas y comentarios), y que también reencontraremos más adelante, en el análisis y lectura del caso de los sesos frescos (ver notas y comentarios). También se trata de los cambios de posición y/o lecturas, como las que se plantearon respecto del caso de la joven homosexual de Freud, entre 1957 y 1963, o de contradicciones o ambigüedades, como la que tenemos presente en esta sesión, respecto a la estructura del pasaje al acto y su relación, por un lado con el "dejarse caer" de la joven desde el puente, y por el otro con el "dejar caer" de Freud respecto a su paciente, como final del análisis.

En suma, podríamos preguntarnos: ¿cuantas lecturas se pueden hacer de un caso? ¿cuantas cosas se pueden decir del mismo? Concordantemente, ¿cómo, o desde donde, se podría hacer valer algún límite, un "no se puede decir cualquier cosa"?
Como señalaba en aquél
editorial de Acheronta, "si pretendemos hacer de ese "no se puede decir cualquier cosa" un criterio general, un punto desde donde, a priori, poder discriminar lo que está "bien" y lo que está "mal", nos estaríamos pasando a otro discurso. De modo similar, las formalizaciones son cuestiones de método antes que de conceptos. Y el psicoanálisis mismo, quizás sea un método antes que una teoría".

Por eso, creo que la mejor resolución de estos dilemas es que retomemos el análisis del problema del pasaje y el acting out, teniendo presentes estas preguntas y contradicciones que se nos han planteado.

3 - Pasaje al acto y acting out

Como señalamos antes, Lacan subraya que el pasaje al acto es visto desde el lado del sujeto. Así como la joven homosexual salta del puente al verse confrontada con la mirada del padre, "Dora pasa al acto en el momento del embarazo en que la pone la frase trampa, la trampa torpísima del Sr. K. - Mi mujer no es nada para mí" (25). En ambos casos vemos como "el sujeto se mueve en dirección a evadirse de la escena". Eso es lo que "nos permite reconocer el pasaje al acto en su valor propio" (26) y distinguirlo del acting out.

Articulado esto a la distinciones establecidas en sesiones anteriores entre el mundo y la escena (ver notas y comentarios), "la partida es, ciertamente, el paso de la escena al mundo", donde el mundo es "el lugar donde lo real se precipita", y la escena, es "la escena del Otro, donde el hombre como sujeto tiene que constituirse, ocupar su lugar como portador de la palabra" (27).

Lo cual nos introduce al análisis más amplio del acting out (ver notas y comentarios)

Notas

(1) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 128

(2) Idem

(3) Idem, página 123

(4) Idem, página 124

(5) Idem, 125

(6) "Lassen" significa "dejar / participio. permitir. dejar / inf. dar el permiso para / inf. tolerar que / subjuntivo. hacer / infinitivo. obligar a".

(7) Jacques Lacan, op. cit., página 125

(8) Jean Allouch, "La sombra de tu perro. Discurso psicoanalítico. Discurso lesbiano", Ediciones Literales, página 102, nota a pie de página nº 112

(9) Ines Rieder y Diana Voigt, "Sidonie Csillag. La joven homosexual de Freud", (traducción del alemán de Martina Polcuch), Editorial Cuenco de Plata, Ediciones Literales, Córdoba, 2004
Thomas Gindele, "Freud, Lacan, Sidonie: desfasajes", postfacio de dicho libro (ver
aquí), página 402.
Thomas Gindele es el traductor al francés de "Sidonie Csillag. Homosexuelle chez Freud. Lesbienne dans le siècle", Epel, Paris, 2003

(10) Jacques Lacan, op. cit., página 129

(11) Idem, página 143

(12) Idem, página 128

(13)Ver aquí: https://archiv.freud-museum.at/en/news/object-of-the-month-december.html

(14) Jacques Lacan, El Seminario, Libro IV "Las relaciones de objeto", Editorial Paidos, página 122

(15) Sigmund Freud, "Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad femenina", Obras Completas, Editorial Amorrortu, Tomo XVIII, página 154

(16) Idem, página 156

(17) Idem, página 155

(18) Jean Allouch, op. cit., página 97

(19) Idem, página 103

(20) Idem, página 65

(21) Idem, página 104

(22) Idem, página 115

(23) Michel Sauval, Editorial del número 21 de Acheronta (julio 2005)

(24) Ver sumario del número 21

(25) Jacques Lacan, El Seminario, Libro X, La angustia, Editorial Paidos, página 129

(26) Idem

(27) Idem

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