Psicoanálisis e instituciones

La crisis en la Internacional de los Foros del Campo Lacaniano

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Michel Sauval - Ni yanquis ni marxistas, lacanianos!!!

"Die Brücke"
Publicado en el primer número de "Lacaniana" (Publicación del FPBA, septiembre 1999)

1 - Preliminar

En su presentación en el Forum de Toulouse, el 16/1/99, titulada "Préliminaire à tout fonctionnement possible d' une Ecole", C. Soler presenta una idea que me parece relevante.

Retomando los planteos que le hicieron en ocasión del Encuentro de Foros de Brasil de diciembre del 98, respecto de un eventual "retorno a Lacan", C. Soler, retomando la noción de "olvido constituyente" de la conferencia "Que es un autor?" de M. Foucault, precisa que no cree que, en cuanto a la enseñanza de Lacan, el umbral de ese olvido haya sido franqueado.

Recordemos, como lo hace ella, el tipo de olvido en cuestión: "un olvido que no es contingente, que está ligado a la discursividad misma, que golpea (acuña, "frappe") no tanto la literalidad del texto como el acto que lo funda, es decir la opción, y que lo liga irremediablemente a su autor. El retorno a... es entonces siempre un retorno al acto instituyente originario".

No se trataría entonces de un retorno a... Lacan, sino de un retorno a la "escuela" de Lacan, a lo cual C. Soler agrega, inmediatamente, "en tanto ella incluye el pase", ya que es con relación a este punto que, "entre lo que se dice" y "lo que se comienza a hacer en la AMP, hay un abismo". Aquí, "un retorno al acto instituyente es necesario", pues "la escuela tiene consistencia de los textos de Lacan, como el psicoanálisis tiene consistencia de los textos de Freud".

También recuerda C. Soler que el "retorno a..." implica forzosamente novedad, subrayando con esto la diferencia entre "retorno a..." y "repetir".

Lo que sigue son algunas reflexiones sobre estos puntos.

En primera instancia, sería importante precisar las características de esta "preliminaridad" (1).

En ese sentido, lo primero que me llama la atención es la prisa del agregado, respecto de la escuela, del "en tanto ella incluye el pase", así como la posterior referencia a la diferencia "entre lo que se dice" y "lo que se comienza a hacer" en la AMP, ya que podría sugerir que el punto en cuestión hace solamente a la instrumentación del pase en tanto es aquí donde surgiría el "abismo".

En ese caso, el olvido no afectaría entonces al funcionamiento general de la ECF y demás "escuelas" de la AMP sino a lo que se "comienza" a hacer en ellas, en particular con relación al pase. Lo cual no deja de plantear cierta paradoja pues si el problema recién "comienza" entonces el olvido no podría ser tan estructural (amén de que con estas únicas referencias se hace caso omiso de cual sería la situación en lo que concierne al conjunto de las demás escuelas e instituciones de orientación lacaniana).

Evidentemente, el pase es un punto fundamental por el lugar que ocupa en relación a una de las principales preocupaciones de Lacan: la de articular el psicoanálisis en intensión con el problema del lazo social entre los analistas. Su retorno a Freud no podía no confrontarse con la apropiación y concentración de la herencia freudiana en manos de la IPA. La delimitación de lo que se llamará el "campo freudiano" independiza, respecto de la IPA, la relación a Freud de los psicoanalistas, colocando en su centro, en lugar del estándar de la IPA, la relación de cada cual al deseo de Freud. Pero al mismo tiempo, esto no es sin poner en cuestión el problema de la transmisión del psicoanálisis y su relación con el lazo social establecido entre los analistas.

En ese sentido, la reducción de esta articulación a una simple equivalencia entre escuela y pase, así como podría considerarse como un condensado de la misma, también puede llevarnos a perder de vista otra serie de elementos a partir de los cuales puede y debe pensarse una escuela (por ejemplo: la transferencia de trabajo, un estilo, la disolución, las concepciones sobre el fin de análisis, el deseo del analista, etc.), lo que nos conduciría a una serie de desplazamientos que no son sin consecuencias.

Por ejemplo, si la pregunta por la escuela (es decir, la pregunta por el lazo entre analistas que convendría a las exigencias del discurso analítico) se equipara a la pregunta por el pase, la "preliminaridad" ya no recaería sobre "todo funcionamiento posible de la escuela", sino sobre "todo funcionamiento posible" del... pase. En consecuencia, la noción misma de pase ya quedaría subordinada a las necesidades que para la "escuela" pueda tener, por ejemplo, la nominación (y ya tenemos constatado hasta donde puede conducir esto, como por ejemplo, en la AMP, con los "inventos" y "agregados" de los criterios "epistémicos" y "políticos"). Está claro que este dispositivo no tiene sentido sin la nominación, pero, amén de los problemas que implica la noción misma de nominación, son muchos los problemas que deberían analizarse detalladamente acerca del lugar y la función del pase (su relación con la "formación" de los analistas, que es lo que se pretende "evaluar" o constatar ahí, su relación con las "doctrinas" del fin de análisis, etc.).

Cada uno de esos desplazamientos borra otras consideraciones que no dejan de ser fundamentales para precisar esas mismas nociones que deberíamos repensar. Es más, me pregunto si este desplazamiento de la "escuela" al "pase" no constituye una de las raíces del olvido en juego: ¿no ha sido acaso esta equivalencia el caballito de batalla de la "noción de escuela" desarrollada en la AMP?, ¿no estará este desplazamiento en el origen mismo de las desviaciones que pretendemos revertir?

 

2 - "Retorno" o "Repetición"

La importancia de todo esto la da el planteo mismo del "retorno a..." y la dimensión del olvido en juego.

En ese sentido, hay un punto sobre el que deberíamos reflexionar: si hay un olvido estructural como este, sería ingenuo de nuestra parte pretender estar fuera de él. Si esto es casi una obviedad para el caso de aquellos que permanecen "dentro" de la AMP, no es menos válido para quienes se supone que están "fuera". La estructura de ese olvido no discrimina respecto de este tipo de fronteras. Diría incluso que el problema no es tanto de los que permanecen en la AMP (es obvio que para ellos esto no es un "problema") como de aquellos que han salido de ella (2).

Al respecto creo importante precisar que solo la suposición de saber que siempre le asignamos a Lacan puede alentar la fantasía de que él estaba por "fuera" de aquél olvido que requirió, en otro tiempo, el "retorno a Freud". Por el contrario, fue justamente gracias a su inclusión en ese olvido mismo que ese retorno pudo incluir las novedades, y por lo tanto las diferencias, que aporta el propio Lacan (por ejemplo: los tres registros que, como él decía respecto de Freud "sus tres no son los mismos que los míos", y que recién fueron introducidos formalmente el 8 de julio del 53, cuando se plantea la ruptura formal con la IPA (3); por ejemplo: el yo como imagen en Lacan a diferencia del yo como objeto que plantea Freud, lo que dio lugar a los desarrollos del esquema óptico, para tratar de articular esas diferencias; etc.).

Por eso, quizás no esté de más detenernos un momento para pensar en la tarea misma que está planteada, el "retorno a...", antes que en las nociones mismas a las que se retornaría. Es decir, pensar en como vamos a abordar ese umbral.

Tomaré para ello un par de referencias de Lacan.

La primera de ellas es de un momento relativamente avanzado de su enseñanza, el seminario XIII "El objeto del psicoanálisis", la sesión del 1 de junio del 66, donde formula la consigna del "retorno a Freud" en alemán: "Brücke zu Freud".

"Die Brücke", (femenino en alemán) significa "la puente" (como era común que lo mentaran los barrocos españoles), y es, precisamente eso: puente (en todos los sentidos, aún en el de "puente dental"...). Etimológicamente, el medio alto alemán brücke, brucke, antiguo alto alemán brucca (eninglés bridge), significaba originalmente "leño, madero, estaca"; derivan de una raíz indoeuropea bhru-, "viga, estaca". Esto se aclara al pensar en la forma del primitivo puente de los tiempos germánicos, el "Knüppeldamm", un terraplén o malecón hecho con troncos de árboles... (el "puente" en el sentido moderno, de madera o piedra, es un producto de la inventiva bélica de los romanos).

Como se aprecia, este "retorno" dista mucho del "Wiederkehr" (retorno) analizado, por ejemplo, en el capítulo IV del seminario XI "Los fundamentos del psicoanálisis", ese en el que "se asegura" "la constitución misma del campo del inconsciente".

Volviendo al seminario de junio del 66, Lacan subraya que en este "retorno" no se trata de las "idealizaciones de un retorno a las fuentes". Su fórmula es la siguiente: "repensar, ese es mi método". Para el caso, entonces, repensar a Freud.

¿Que quiere decir "repensar"?

Sin meterme en demasiados juegos de erudición heideggerianos o similares, creo que podemos dirigirnos directamente al texto princeps sobre el tema del "retorno a Freud", el de 1955: "La cosa freudiana o sentido del retorno a Freud en psicoanálisis".

Ahí Lacan señala lo siguiente: "no se trata para nosotros de un retorno de lo reprimido sino de apoyarnos en la antítesis que constituye la fase recorrida desde la muerte de Freud en el movimiento psicoanalítico, para demostrar lo que el psicoanálisis no es y buscar junto con Uds. el medio de volver a poner en vigor lo que no ha dejado nunca de sostenerlo en su desviación misma, a saber el sentido primero que Freud preservaba en él por su sola presencia y que se trata aquí de explicitar".

Hay varias cuestiones que se podrían comentar de este párrafo.

Voy a tomar solo dos.

La primera cuestión es este "apoyarnos en la antítesis". El "retorno a Freud" no es sin esta crítica a los postfreudianos, crítica que apunta no solo a los conceptos teóricos desarrollados por estos sino a los fundamentos mismos de la desviación que da cuenta de ellos. Y al respecto, Lacan mismo señala la importancia que tiene el funcionamiento institucional de la IPA, en particular la conjunción de saber y poder que en ella reina y que nos induce a convertirnos en los "managers de las almas, en un contexto social" que requeriría de nuestro oficio. Lacan agrega que "el mas corruptor de los conforts es el confort intelectual, del mismo modo que la peor corrupción es la del mejor".

¿Palabras proféticas quizás?

Lo que esto plantea como tarea es una crítica en regla de lo hecho en la AMP y la influencia que, conceptual e institucionalmente, la misma ha tenido sobre el psicoanálisis en general. Esto incluye no solo el pase, sino el conjunto de la noción de escuela implementada bajo la dirección de Miller.

¿Hace falta señalar que para que algo quede olvidado otra cosa debe ocupar su lugar?

Si lo que está olvidado es la escuela de Lacan, esto significa que otra escuela está en ese lugar.

Para aquellos que consideran que debe rendírsele su merecido tributo a Miller creo que este es el punto preciso en que correspondería hacerlo: la noción de escuela que, de una u otra manera, ha impregnado el psicoanálisis lacaniano es la de Miller.

Nadie se ha concentrado en forma tan sistemática como él sobre este tema, tanto teórica como prácticamente, al menos desde 1990 en adelante. Y detrás de él han marcado el paso, por las buenas o por las malas, todos los miembros de la AMP. Es notorio al respecto como los temas de la escuela, del fin de análisis y del pase han pasado a ocupar el centro de cuanta enseñanza o seminario ha surgido de la AMP y sus componentes, y muy en particular desde la ECF, en toda la década del 90.

En síntesis, si queremos tomar en serio, es decir, en toda su magnitud, la cuestión del olvido y la tarea de un "retorno" a la escuela de Lacan no podemos reducir el problema a la simple problemática de la instrumentación del pase, sino que "debemos apoyarnos en la antítesis que constituye la fase recorrida desde..." ... la muerte de Lacan ? Porque no? Podría ser.

En su defecto sugiero al menos otra de las propuestas de C. Soler: desde el momento en que la "lógica" del Campo Freudiano toma prevalencia sobre la "lógica" de la ECF, es decir, desde aproximadamente 1990 (4).

En otros términos, no se trata de algo que recién "comenzaría", sino de algo que ya se ha consumado (5).

La segunda cuestión que quisiera tomar de "La cosa Freudiana" hace a las vías de ese "retorno".

Lacan agrega que la principal referencia son los textos de Freud, "no solo para volver a situar una palabra en el contexto de su tiempo sino para medir si la respuesta que aporta a las preguntas que plantea ha sido o no rebasada por la respuesta que se encuentra en ella a las preguntas de lo actual".

Esto plantea un doble juego entre, por un lado, las preguntas que plantea el propio texto y las respuesta que el mismo aporta a ellas, y, por el otro lado, las preguntas que tenemos nosotros mismos para plantearle y las respuestas que encontramos.

Repensar, entonces, implica esta doble articulación de preguntas y respuestas. En otros términos, esto no puede funcionar sin nuestras propias preguntas.

A modo de ejemplo: ¿qué sentido podría tener repetir algunas frases de la "proposición de octubre" sobre la relación entre garantía y formación sin tomar en cuenta la diferencia de contextos en cuanto a las "enseñanzas" en juego del 67 a la fecha?

Pero todavía hay otra cuestión que se podría plantear, aparentemente ingenua, pero que también me parece importante: ¿A falta de un maestro que pueda sostener con sus respuestas su posición de tal, hay enunciaciones mas autorizadas que otras?.

La cuestión de cuales son las preguntas y del monopolio o no para la formulación de las mismas tiene su pertinencia: ¿acaso no se caracteriza la AMP por la ausencia de preguntas y el monopolio de las respuestas?

 

3 - La construcción de la Red de Foros

La "preliminaridad" que exige el "olvido" en que nos encontramos implica entonces varias cosas que son relevantes para el desarrollo del debate en el movimiento que constituye la Red de Foros.

Una de ellas es no dar demasiadas cosas por presupuestas.

La otra es cuidar la diversidad y la palabra (las preguntas) de cada participante del mismo.

Estos son principios que casi cualquiera estaría dispuesto a suscribir al nivel de los enunciados. Pero no es seguro que sea tan sencillo implementarlos en la acción.

La situación de este debate se presenta como muy dispar según cada país o región.

En algunos lugares los foros están constituidos mayoritariamente por psicoanalistas que se conocen y venían trabajando juntos desde hace tiempo en escuelas de la AMP. En otros lugares, en cambio, los foros están constituidos principalmente por psicoanalistas que no se conocían entre sí, de procedencias y recorridos diversos.

En el primer caso verifico una tendencia a desarrollar asociaciones sostenidas principalmente a partir de algunos nombres propios y con un grado mayor de formalidad. En los otros casos verifico la tendencia hacia asociaciones de estructura más abierta, que se constituyen a partir de una determinada propuesta de trabajo. Cada situación tiene sus ventajas y desventajas.

En el primer caso, la ventaja podría consistir, en principio, en poder partir de muchos acuerdos previos, de una experiencia común. Pero a su vez esa es la situación mas propicia, también, para reproducir viejos vicios, es decir, para mantenerse dentro del olvido.

En el segundo caso la diversidad aporta una mayor cuota de cuestionamientos, de replanteos, de críticas, pero también puede dar lugar a un exceso de suspicacia, o a una falta de claridad, o a la eternización de ciertas discusiones.

Una buena referencia aquí, para orientarnos en la articulación de estas situaciones, sería lo que Lacan, en su proposición de octubre del 67, llama "la confusión sobre el cero", es decir, el lugar y función que se le debe dar al "no saber" en la comunidad de los analistas.

Volviendo entonces al comienzo de este texto, preferiría entender el "retorno a la escuela de Lacan" en los términos más amplios posibles, y como una tarea que convoque a "todos los interesados en trabajar en del desarrollo del psicoanálisis y en la construcción de la escuela que mejor se avenga a las exigencias del discurso analítico" (6).

Creo que la alternativa al "Brücke" solo podría ser el "Wiederkehr", es decir, una repetición asociada a la represión.

Mayo 1999

 

Notas

(1) Según el diccionario de la Real Academia Española, "liminar" (proveniente del latín "liminaris") significa "referente al umbral, a la entrada", "que sirve de prólogo o proemio".
A esa referencia al umbral, el "pre" le agrega un "antes", otra "previedad", significando entonces "que sirve de preámbulo o proemio para tratar sólidamente una materia", "que antecede o se antepone a una acción, a una empresa, a un litigio o a un escrito o a otra cosa".
No me ha dejado de llamar la atención también lo que dice el viejo Bloch y Von Wartburg sobre "liminaire": "utilizado como término de diplomacia, a propósito de la guerra de Westfalia (1648)".

(2) Como decía Pavlovsky, cuando uno abandona una institución se la lleva consigo.

(3) Ver al respecto "Freud desplazado", de Jean Allouch, sea en el libro "Freud et puis Lacan", o bien en el número 1 de la edición en español de "Littoral".

(4) Forum l' Envers de l' Ecole

(5) Creo que una buena metáfora de la situación sería la de los dibujos animados, tipo el "correcaminos" (u otros) donde alguno de los personajes viene corriendo, se encuentra con un precipicio, sigue andando por el aire, y recién se cae después de un rato, cuando mira para abajo. La analogía sería la siguiente: no es que estamos por dar un paso al vacío, muy por el contrario, hace rato que estamos caminando en el vacío, y a lo sumo recién ahora nos damos cuenta que estamos en caída libre sin paracaídas.

(6) Propuesta de funcionamiento del Foro Psicoanalítico de Buenos Aires aprobada en la asamblea del 29 de marzo de 1999

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