Psicoanálisis e instituciones |
La crisis en la Internacional de los Foros del Campo Lacaniano
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¿Que Escuela tiene en perspectiva la Internacional de los Foros?
Lo que sigue es la desgrabación (corregida) de mi exposición en la reunión general del Foro Psicoanalítico de Buenos del lunes 20 de septiembre 1999, coordinada por la Comisión Espacio Escuela, sobre los temas propuestos para el encuentro internacional de noviembre en París.
Dans les disputes sur la liberté, l'un a dans la tête la puissance d'agir,
l'autre la puissance de vouloir, le dernier le désir d'exécuter;
ils courent tous trois, chacun dans son cercle, et ne se rencontrent jamais.
Dictionnaire Philosophique de VoltaireLo que voy a presentarles son las preocupaciones que tengo en este momento en relación a la perspectiva de escuela que se presenta en la internacional de los foros, y que no dejan de constituir también un balance respecto de los caminos recorridos hasta ahora. Caminos que tendrán un punto de inflexión importante en el próximo encuentro de noviembre en París.
1 - La crisis de la AMP
En este primer punto quisiera retomar al menos algunas de las razones que motivan la consigna de un "retorno a la escuela de Lacan", que fuera planteada en diciembre del año pasado en Río y que ha sido aceptada aparentemente por todos. En todo caso, figura en las consideraciones iniciales de los estatutos del Foro Psicoanalítico de Buenos Aires.
Si se plantea un retorno a la escuela de Lacan es porque consideramos que hay un olvido estructural de lo que ha sido esa experiencia de la escuela de Lacan. Y si ha habido un olvido quiere decir que en el lugar de la escuela de Lacan hay otra escuela.
Esto implica, forzosamente, la cuestión de la crítica o delimitación respecto de la AMP, en particular tratándose de un movimiento que ha surgido a partir de una crisis en esa organización.
Al respecto, por las limitaciones del tiempo de exposición, voy a limitarme a dos problemas.
1.1 El establecimiento del texto de los seminarios
Hay un punto respecto del cual habría que decidirse para poder realizar un análisis crítico de la AMP: ¿debemos considerar los problemas actuales como fruto un de injerto exterior a la enseñanza de Lacan, o debemos considerar a la AMP como una desviación?
Aunque parezca extraño, las críticas que se le hacen a la AMP en la red de foros, parecen ordenarse mas bien en función del primer criterio. En efecto, en general, la delimitación crítica se acota a lo que habrían sido los sucesos de los últimos años. Las oscilaciones temporales pueden remontarse a la llamada "guerra de los carteles", o a las acusaciones de plagio, un poco mas acá, un poco mas allá. Lo notable de estas críticas es que a medida que se hacen mas "fuertes" (por ejemplo, hace poco, en una de sus recientes presentaciones en Buenos Aires, C. Soler no dudaba en hablar de "sugestión colectiva" para caracterizar el comportamiento de los AE de la AMP), también se presentan como más "ahistóricas". La misma "distancia" que permite ser mas taxativos sobre la situación actual de la AMP también se transforma en "distancia" respecto de lo que ha sido la historia de la AMP y las razones de sus características. Es decir, seguimos como en diciembre del año pasado, cuando gran parte de los asistentes a las charlas realizadas con los colegas de Francia insistían en preguntarles "¿cómo se llegó a esto?".
Este tipo de denuncias está en el orden de la descripción del problema, pero no en el orden de la explicación del mismo. O mejor dicho, aquí es donde se plantea el problema de fondo, pues así presentada la denuncia, la "explicación" queda ubicada al nivel de una intervención extraña y contraria a la enseñanza de Lacan (la exclusiva responsabilidad de Miller, los efectos de grupo "inevitables", etc.).
Hace ya un año que señalé las impasses de los problemas relativos a estas "historizaciones" parciales de la crisis. Mi planteo, entonces, era que no encontraba otra manera de cortar ese nudo mas que respondiendo "desde siempre".
Es en ese sentido que planteo que debemos considerar a la AMP como una desviación y no como el resultado de una intervención exterior.
Una desviación implica algo que no ha sido inventado por fuera de los planteamientos del propio Lacan. Una desviación parte de una "interpretación" de lo que ha dicho o planteado, para el caso, Lacan.
En "Variantes de la cura-tipo", en el abordaje de su crítica a los postfreudianos, Lacan señala que "sólo una aprehensión de conjunto de las divergencias que sepa ir a su sincronía, puede alcanzar la causa de su discordia. (...) Así, una coherencia exterior persiste en esas desviaciones de la experiencia analítica que enmarca su eje, con el mismo rigor con que las esquirlas de un proyectil, al dispersarse, conservan su trayectoria ideal en el centro de gravedad del surtidor que trazan. La condición del malentendido, de la cual hemos observado que traba al psicoanálisis en la vía de su reconocimiento, se muestra pues redoblada con un desconocimiento interno a su propio movimiento" (1).
La crítica que Lacan hace de los postfreudianos son críticas, justamente, a desviaciones (Lacan nunca aborda, por ejemplo, casos clínicos de psiquiatras) , es decir, a interpretaciones del texto de Freud, interpretaciones que hacen caso omiso de otras referencias de Freud y/o de la enunciación de Freud.
Se plantea entonces la pregunta acerca de los puntos a partir de los cuales se podría originar la desviación del la AMP
El punto que hoy quiero subrayar, y que, lo mismo que hace un año, considero fundamental es el siguiente: el ejercicio en términos de propiedad privada, no solo de los derechos de autor de Lacan, sino de la propiedad intelectual de su obra.
En efecto, Miller es quien tiene a su cargo el establecimiento del texto de la enseñanza oral de Lacan.
La situación es tremendamente mas grave que en la IPA, pues ya no se trata de un simple monopolio de alguna herencia "moral" o similar. La "propiedad" que ha ejercido la IPA respecto de la "herencia" de Freud jamás llegó al punto de pretender establecer o modificar el texto freudiano. Es más, de alguna manera es un mérito de la IPA la conservación que de esos textos la misma aseguró.
En cambio con Lacan nos encontramos en una situación en que salvo los escritos y algunos textos editados por separado (televisión, radiofonía, etc.), todo lo que ha sido su enseñanza oral está en manos de Miller (y no es un problema menor la desviación que implica también el olvido de esa dimensión oral de su enseñanza que resulta del manejo comercial de su publicación).
Miller mismo lo plantea con todas las letras, en el conocido reportaje que le otorgara a F. Ansermet.
Comentando el "contar para nada" (compter pour rien) de la nota previa al postfacio de Lacan en la primera edición del Seminario XI en Seuil, Miller le aclara a Ansermet que "contar para nada es colocarse en una posición tal que yo (je) pueda escribir yo (je) y que ese yo (je) sea el de Lacan", y mas adelante agrega: "La idea del Dr. Lacan desde el momento de mi establecimiento del primer seminario era que firmáramos juntos [...]. Me he negado (je m' y suis refusé), es lo que Lacan ha gentilmente denominado en su postfacio mi 'modestia", pero habiendo siempre co-firmado los contratos de edición con Lacan, tengo jurídicamente el estatuto de co-autor".
A partir de esta superposición de los "je", acompañada del ejercicio jurídico de la propiedad intelectual (co-autor), Miller ha afirmado en la AMP ese lugar del "al menos uno que sabe leer a Lacan" cuyos efectos hoy, es decir, con tanto atraso, denunciamos.
La cuestión, sin embargo, fue planteada hace tiempo. Ahora que me he enterado del "fanatismo" de algunos por la historia, aprovecho la ocasión para señalar algunos nombres: el de Jean Allouch, el de la escuela lacaniana de psicoanálisis y el de "stécriture".
Stécriture era el nombre de la publicación en la que, a partir de 1983, comenzó a volcarse el trabajo de trascripción crítica del seminario VIII (La transferencia) que realizaba un grupo de analistas ligados a la ELP.
Recordemos que, en nombre de esta propiedad privada de la obra de Lacan, Miller accionó judicialmente y persiguió, apelando a la razón (derecho burgués) y la fuerza (policía) del estado, a quienes osaron en su momento ponerse a trabajar sobre los registros de la enseñanza oral de Lacan y se animaron a realizar una trascripción crítica. Tamaña audacia debía ser penada en 1985, imponiendo un antecedente de represión y silencio para cualquier otro intento de trabajo independiente.
Lo interesante de esto es que muchos años después, cuando Miller establece finalmente su propia versión de dicho seminario (en 1991), la historia le da la razón a Stécriture. Ante la crítica contundente que los miembros de la ELP realizan de la versión editada en Seuil (presentada en el libro "Le transfert dans tous ses errata"), y los ecos que dicha critica alcanzó en la intelectualidad francesa (en particular, los ecos del encuentro organizado por la ELP, en junio del 91 bajo el título "Por una trascripción crítica de los seminarios de Jacques Lacan"), la editorial Paidós retrocede y decide no editar la traducción al español que ya estaba lista y preparada en Buenos Aires (en cambio no hubo problemas para editar la traducción al español del otro seminario editado por Seuil en simultáneo con el VIII, el seminario XVII "El envés del psicoanálisis"). Y no se sabe cuando saldrá una "nueva" versión "oficial" en francés (x).
No voy a abordar ahora el detalle de las cuestiones relativas al establecimiento del texto de ese seminario.
Todo lo que quiero señalar es la incidencia que ha tenido, en el desarrollo de la AMP, esta posición particular de su delegado general, en relación a la enseñanza oral de Lacan. En particular quisiera subrayar el siguiente aspecto: la familiarización planteada por Lacan de la transmisión de su enseñanza. Les recomiendo el artículo de Allouch publicado en "Le transfert dans tous ses errata", y su análisis de lo que él considera una transmisión epiclérea (2) (diferenciando así el caso de Lacan de los casos de Freud y M. Klein).
Mas allá del acento puesto en uno u otro detalle, en cada uno de estos análisis, el punto central es que la actual AMP se origina a partir de aquellos que optaron por no contradecir a Lacan en esta asociación entre psicoanálisis y familia en lo relativo a la transmisión de su enseñanza y sus consecuencias.
En efecto, salvo ignorancia de mi parte, nadie, en la AMP o sus estructuras antecesoras (Campo Freudiano, ECF, etc.) dijo absolutamente nada. Todos avalaron esta posición de Miller, y a continuación, sus acciones. Entre ellas, la persecución judicial y policial de quienes pretendían autorizarse para realizar una trascripción del seminario sin haber sido nombrados por Lacan para esa función.
¿Como sorprendernos entonces cuando luego nos encontramos con absurdos como el "al menos uno que sabe leer a Lacan" al que alegremente todos consintieron? ¿Cómo sorprendernos por el ambiente de terror que impregnó el encuentro de Barcelona 98 y el planteo de "avec moi, contre moi"?
¿Cómo indignarse o sorprenderse ante las acusaciones de plagio, como si las mismas estuvieran desconectadas de esta lógica "familiar"?
Una consideración mas: ¿cuales fueron los argumentos con los que se justificó este consentimiento a la familiarización de la transmisión de la enseñanza de Lacan?
Muy llamativamente, son los mismos con los que se permitió todo lo demás en la AMP: la "confianza" en Miller, la confianza en que Miller respetaría la enunciación de Lacan y haría un "buen" trabajo, la confianza en que Miller funcionaría como un amo "bueno". Esa misma "bondad" que, citando a Diderot, se le pedía, a Miller, en junio del 98, que "dure mucho tiempo" y que constituyó el centro de las discusiones durante el 98.
Ya vemos a donde ha llevado esa ..."confianza".
No veo como se podría encarar un "retorno a la escuela de Lacan" sin cuestionar esta familiarización de la transmisión de su enseñanza oral.
Es uno de los puntos a partir del cual pensar la AMP como una desviación
1.2 El predominio del discurso universitario
El segundo punto que quiero abordar en relación a la AMP, es la cuestión de la enseñanza del psicoanálisis.
Es notorio el imperio que ha adquirido, desde hace muchos años, el discurso universitario en todos los institutos de enseñanza dependientes de la AMP. Por ejemplo, en el sitio web de la EOL, el ICBA, en una redacción un poco extraña, indica entre "los rasgos" que lo distinguen, "la decisión de obtener una acreditación universitaria" (se deduce que los servicios del ICBA se dirigen a aquellos que están interesados en una acreditación de esa naturaleza). Se indica allí que "El Curso regular para la formación sistemática de posgrado acredita 400 horas, distribuídas en 3 años, con 4 horas semanales (mínimo de 2 horas semanales), la redacción de ensayos a lo largo del Curso (con la tutoría de un docente orientador de ensayo) y la obtención de Certificados y Diplomas".
Este posicionamiento del "saber" en el lugar de agente con el ocultamiento correlativo del amo en juego es coherente con la maniobra que denunciaba en el punto anterior.
Aquí hay una cuestión importante a tener en cuenta. La universidad cambió mucho en las últimas décadas. Ese "mercado del saber" como la caracteriza Lacan, en tanto mercado, ha tomado un giro y una amplitud novedosas.
La Universidad dejó de ser un ámbito de producción de saber y de profesionales subordinado a otras áreas de la producción para transformarse en un mercado con su propia autonomía y desarrollo. E. Mandel, en "El capitalismo tardío" señala la novedad de la "constitución de la investigación (producción de conocimientos) en una rama independiente de la producción" (3).
En un artículo de discusión sobre el "affaire Sokal", O. Coggiola analiza las consecuencias en los siguientes términos: "La masificación de la enseñanza universitaria implicó una caída de su calidad, no como una consecuencia automática del "numero" (esa es la explicación capitalista reaccionaria), sino por el carácet capitalista, y cada vez mas alienado de aquella. La contradicción entre ese proceso [la masificación] y la preservación de la 'calidad' asumió formas económicas (la construcción de sectores 'de punta' o 'de excelencia', contrapuesta a la 'masa de las universidades', consideradas 'fábricas de diplomas'); institucionales, como la construcción de un doble sistema universitario en diversos países (las 'grandes ecoles' - ENA, ENS, Politécnica, EHESS, College de France- contrapuestas a las universidades, en Francia; las 'cinco grandes' - Harvard, Yale, Stanfor, Princeton y Cornell- y 'el resto' en los EEUU); y epistemológicas, en especial en el sector de la producción científica, en los que la tendencia alienante se contrapone mas frontalmente al propio objeto de estudio (la realidad humana y social), lo que se resuelve en la constitución de un jargón exclusivista e insignificante, preservante de la 'independencia' del sector, y para consumo de cretinos (en el sentido literal y no peyorativo del término)" (4).
Algunos detalles dan cuenta de la transformación en juego: antaño, los postgrados eran cosa rara, destinada principalmente a la investigación o la carrera académica. Actualmente, en cambio, para cualquier cosa hace falta un postgrado. Esto es particularmente notorio en las ciencias sociales y en la psicología. Hoy en día, es casi imposible encontrar a algún psicólogo egresado recientemente que no esté haciendo algún curso de postgrado, sin otra justificación para ello que su desocupación laboral. Los postgrados se han transformado en uno de los mayores negocios en el ámbito de la educación universitaria. Y los institutos de enseñanza del psicoanálisis que se promueven actualmente (no solo desde la AMP) no dejan de integrarse en este negocio del discurso universitario.
A esta situación cabría agregar un aspecto que hace que las cosas sean hasta peor que en la IPA. En efecto, este "laicismo" propiamente universitario pone, en cierta medida, en disyunción la "formación" así impartida (académica), de la "formación" asociada al análisis didáctico. Pero como todos los analistas, no solo "sabemos" que eso es lo esencial en cualquier "formación" analítica, sino que esto último hace a nuestras propias necesidades económicas (la existencia del mercado analítico), la "exigencia" del "análisis personal" no deja de insinuarse y vehiculizarse, en estos institutos de enseñanza, por todos lados, pero siempre de un modo implícito y solapado. En ese sentido, mas allá de todas las críticas que se le pueda hacer al sistema de formación de las sociedades de la IPA, me parece mas "honesta" la "transparencia" de las reglas claramente establecidas en dichas sociedades (formación articulada de teoría, análisis didáctico y controles) que el manejo perverso de las transferencias en el marco de "laicismo" académico de los institutos de enseñanza lacanianos.
2. Psicoanálisis y democracia
Paso ahora a desarrollar algunas consideraciones conceptuales que considero pertinente para abordar los problemas planteados en la construcción de nuestra propia comunidad analítica, la de los foros.
La democracia no es formalizable con la ecuación "un hombre = un voto".
Salvo excepciones puntuales, los reclamos democráticos nunca se han expresado reclamo de la vigencia de una fórmula como esta, sino como reclamos por libertades democráticas, es decir, por las condiciones previas a la instancia del voto en sí.
Y el ejemplo mas claro y cercano lo tenemos en la propia crisis de la AMP.
En ningún texto, ni C. Soler ni otros miembros disidentes de la AMP, han impugnado asamblea alguna de la AMP. Ni siquiera han impugnado la asamblea de Barcelona 98, donde se produce finalmente la fractura. La AMP, en ese sentido, hay que señalarlo, respeta las decisiones de sus asambleas (en los tiempos y formas que ella se ha fijado). El otro día, en el grupo de trabajo del pase, recordábamos, al respecto, que los dos primeros carteles del pase de la EOL se eligieron en asamblea, es decir, "democráticamente".El eje democrático que, según la propia C. Soler, ha impregnado toda la primera etapa de la crisis en la AMP (es decir, hasta fines del 98), siempre apuntó a las condiciones previas a las asambleas. Lo que ese eje democrático denunciaba era el manejo de los poderes en la AMP, el manejo discrecional de los medios editoriales, las presiones, el manejo de las transferencias, etc.
La fórmula de la equivalencia en relación al voto es una abstracción que ni los no-analistas admiten, pues no es mas que una mera idealización de la idea de libre arbitrio. Supone la idea de un sujeto unificado y libre.
La realidad es que aún cuando votamos y cada uno de nosotros vale uno, no somos sujetos del libre arbitrio, sino sujetos alienados, somos siempre efectos de alguna lógica, sea la del significante, la de la lucha de clases, la que sea.
El sujeto está siempre al nivel del efecto. ¿Hace falta recordarlo?
Por eso la democracia nunca está en ese nivel, sino al nivel de los elementos que determinan o condicionan esos efectos.
Por ejemplo, en octubre, en Argentina, votaremos, y sin embargo lo menos que se puede decir de esto es que ello implique la existencia de un régimen propiamente democrático, pues la "igualdad" del voto no es, en este caso, mas que la cubierta vergonzante de las mas profundas e ignominiosas "desigualdades". ¿Qué "libre arbitrio" puede jugarse para millones de personas que irán a votar a determinado candidato a cambio de un paquete de comida, o para otros millones que "elegirán" entre las propuestas con que, a base de millones de dólares, la televisión los bombardeará durante los pocos momentos de "ocio", luego de jornadas laborales de 12 horas?
De hecho, nunca ha existido régimen social "democrático". Todo régimen social, hasta ahora, se ha organizado en función de las exigencias de dominación de una clase por otra. Aún en su corto período realmente "democrático", la Grecia antigua no dejó de ser un régimen fundado en la producción esclavista.
En síntesis, la democracia es una forma política, y en tanto tal, es utilizada en función de unos intereses u otros. No existe un reclamo democrático "per se". Lo que hay son reclamos por libertades democráticas, libertades articuladas a ciertos intereses.
Y esto me parece que también vale para el psicoanálisis.
La separación de psicoanálisis por un lado y democracia por el otro es una abstracción que solo puede estar orientada a ocultar algo (en general, la subordinación del psicoanálisis a las exigencias institucionales). La democracia, si algún sentido puede tener, en relación al psicoanálisis, es en la medida en que pueda articularse con necesidades específicas de este último.
¿Cuales serían entonces estas exigencias propias del psicoanálisis a las que la democracia podría aportar alguna respuesta?
Lo primero que hay que responder es que ello está sujeto al momento, a la situación particular. No hay una relación válida en general y atemporalmente.
Para el momento actual, creo que la cuestión democrática responde a las siguientes exigencias del psicoanálisis:
- La libertad de poder pensar
- El freno a la negación sistemática que la institución implica del real de la experiencia analítica en el que se sostiene
- La preservación de una función, central para Lacan, en relación a la escuela: la función del "no saber".
En estos momentos, estos elementos están cuestionados (y por ello la crisis en la AMP y en el psicoanálisis en general). Y el punto es si, respecto de ellos, el eje democrático puede cumplir algún papel.
En otros momentos, el eje democrático podría no tener importancia. Por ejemplo, en tiempos de Lacan, ¿para qué habría sido necesario poner el acento en algún eje democrático?
En otra de sus recientes exposiciones en Buenos Aires, C. Soler decía que el movimiento psicoanalítico progresa en la lucha, no en la paz; que el psicoanálisis se impuso en contra de la represión del discurso amo; y que la producción de un saber nuevo siempre es una violencia contra los saberes anteriores. Estoy totalmente de acuerdo con esta lógica que, incluso, podría perfectamente considerarse leninista. El punto a considerar, entonces, es si lo que está en el centro de la escena es la producción de un saber nuevo, o simplemente un cierto "pousse" al S1 propio del malentendido que genera la lógica de la disparidad del psicoanálisis. Es decir, una situación donde detrás del "al menos uno que sabe leer a Lacan", vienen todos los "al menos uno que ......", donde el acento está en ese "uno" que intenta imponerse (al estilo de ese "pueblo de únicos" al que se refería Paul Valery en su análisis de las "profesiones delirantes" (5) )
Volviendo entonces al momento actual, ciertas cuestiones que marcan un estilo en el Foro Psicoanalítico de Buenos Aires, y que algunos consideran que son meramente "políticas" (acentuando con ese término un carácter despectivo), son propiamente analíticas (en el sentido de estar al servicio de la preservación del discurso analítico). Por ejemplo, hoy por hoy, decidir en nuestras asambleas qué tipo de revista vamos a editar, qué libros vamos a editar, me parece íntimamente ligado a la defensa del discurso analítico. Esto porqué ponemos en cuestión el lugar y la función de un saber que, de una manera u otra, y por el malentendido estructural asociado a su difusión pública, será presentado como "saber oficial".
Retomare estas cuestiones mas en detalle en un rato.
3 - La Internacional de los Foros
Paso entonces al tercer punto, con el que voy a completar esta presentación: algunas reflexiones, en función de los puntos anteriores, sobre qué perspectiva de escuela nos va presentando la futura Internacional de los Foros.
Hay una situación que se va evidenciando: con excepción de los foros de Buenos Aires y Sao Paulo, parece que no hay otros foros, participantes de nuestra red, en el mundo, que hayan congregado a otros componentes que no fuesen ex miembros de la AMP que se escindían en ese momento. Las únicas ciudades del mundo donde podríamos decir que hemos respondido al pie de la letra al texto de la convocatoria que hiciera C. Soler el 5 de septiembre de 1998, donde convocaba a "todos" los interesados en poner en debate y estudio la cuestión de la comunidad de escuela, las únicas ciudades donde se convocó, en los hechos (y no tan solo declamativamente) al conjunto de la comunidad analítica para este desafío, fueron Buenos Aires y Sao Paulo.
No se deduce, a priori, qué implicancias podría tener esto. Y de hecho, hasta hace poco, no nos fijábamos en este detalle. Pero parece que esta distribución no ha sido sin consecuencias.
¿Cuando se puso de relieve y en evidencia esta cuestión?
En ocasión de las recientes y graves crisis institucionales que se han producido en Buenos Aires y Sao Paulo.
Las mismas se han originado a partir de actitudes autoritarias y segregativas que han conducido, en el caso de Sao Paulo a la virtual expulsión del Foro Psicoanalítico de Sao Paulo (FPSP) sino de la red de foros al menos de la futura Asociación de los Foros del Campo Lacaniano de Brasil, y en el caso de Buenos Aires, a una virtual fractura de nuestro foro a partir del intento de expulsar de nuestra Comisión Directiva a uno de sus integrantes.
En ambas crisis hubo intervención y apoyo internacional de colegas extranjeros a favor, tanto activamente como por omisión, de estas actitudes autoritarias y segregativas.
En el caso de Sao Paulo, ello fue explícito (y quedan los testimonios escritos en las listas de la red de foros).
En el caso de Buenos Aires, el tema se ha discutido en tres reuniones de la CD (por lo menos de las que tengo constancia): en una de ellas se reconoció explícitamente que eso había sido así, y en las otras dos (en una de ellas, con la presencia de C. Soler) no se lo ha negado (y como dice el dicho popular, "quien calla otorga").
Cuando se produjo la crisis de Sao Paulo, formulé una pregunta: ¿Esto es el "retorno a la escuela de Lacan" o el "retorno a la AMP"? Como parece ser habitual en la red de foros, con excepción de los colegas del FPSP, nadie respondió a estas preguntas.
Vuelvo a hacer la pregunta. Y agrego algunas reflexiones mas.
a) La diferente composición de los foros de BA y SP respecto de los del resto del mundo parece redoblarse con balances y críticas diferentes respecto de la AMP. Obviamente, la situación no es perfectamente homogénea. Me consta que en otros foros hay mas de un colega preocupado por lo que ha ocurrido en BA y SP y con balances mas radicales sobre la crisis de la AMP.
Es decir que no se trata de una simple división de "buenos" y "malos" articulada a la geografía.
Mi preocupación es la siguiente: tengo la impresión de que en la red de foros habría una mayoría de ex miembros de la AMP cuyo único problema con esa organización habrían sido los "excesos" de Miller, quienes, "liberados" al fin de la posición de objeto de dichos "excesos", y a falta de una crítica y balance mas profundo, no parecen tener problemas en reproducir esos mismos "excesos" sobre otros. No veo como entender de otro modo sino la indiferencia con que la mayoría de los miembros de la red de foros ha tratado el problema de Sao Paulo, así como cualquier planteamiento que cuestionara las orientaciones de C. Soler.
No veo como entender de otro modo las declaraciones que a veces escucho en términos de "no me arrepiento de nada de lo que hice en la AMP". Obviamente, quien no se arrepienta de haber avalado la persecución y represión contra el equipo de stécriture (por tomar el ejemplo que plantee inicialmente), seguramente no considerará relevante los problemas planteados en SP y BA (6).
b) Me llama la atención la prioridad que han dado en casi todos los foros en el mundo, con excepción de Buenos Aires y Sao Paulo, a la puesta en marcha de nuevos institutos de enseñanza.
En estas dos ciudades, también se planteó el tema, y justamente, en nuestro foro, tuvimos un duro debate sobre este punto. Quienes luego sostuvieron las actitudes autoritarias y segregativas fueron los mismos que a comienzos de este año pusieron el acento en atender (para la configuración de los caracteres constitutivos de nuestro foro) las demandas de "alumnos".
En cambio, la posición que primó fue la de atender las demandas de trabajo, investigación, etc. Como lo decíamos en ese entonces, la prioridad otorgada a las demandas de "alumnos" implicaba reproducir, hacia "abajo", aquella misma estructura que denunciábamos hacia arriba y que se expresaba en el lugar otorgado a Miller (recordemos: el "al menos uno que sabe leer a Lacan").
La enseñanza del psicoanálisis, la transmisión del psicoanálisis, justamente, es un tema que debe ser puesto en cuestión, que debe ser repensado. Con la cuestión de la enseñanza adoptamos la misma prudencia que respecto de tantas otras cuestiones (pase, supervisiones, carteles, etc.).
Coincidimos en que no se trataba de desentendernos de esa demanda de "alumnos", sino que justamente, el fomentarla o no, el tipo de respuesta que había que darle, era un tema que teníamos que repensar, pues de lo contrario, no haríamos mas que reproducir los mismos esquemas impregnados y dominados por el discurso universitario que corroen hoy en día a casi todos los ámbitos de enseñanza y transmisión del psicoanálisis.
No toda transmisión del psicoanálisis tiene porqué caer, inexorablemente, bajo el dominio del discurso universitario. Incluso, es conveniente que parte de la enseñanza se someta a las exigencias académicas propias de lo que es el régimen universitario. Pero como lo señalábamos antes, la situación actual requiere que pensemos dos veces este problema.
En cambio, parece que la preocupación primera que han tenido en todos los demás foros ha sido la reconstrucción inmediata de los institutos de enseñanza (puesto que todos los miembros de los foros se quedaron sin sus puestos en los institutos de la AMP y de sus escuelas).
Si asociamos a esto el "realismo" a partir del cual se ha planteado que los títulos analíticos (incluido el de AE) debían ser títulos "fuertes", capaces de competir con los títulos profesionales en el mercado de las profesiones liberales, entonces surge la pregunta sobre el condicionamiento que esta prioridad dada a la enseñanza tiene para el tema de la escuela (7).
c) Hay otra prioridad que se repite en otros foros: la prioridad a los que "saben".
En Brasil, por ejemplo, formaron una comisión crítica del pase, una comisión para analizar que había pasado con el pase en la EBP (y que, en principio, también tendría funciones decisivas en la instrumentación del pase para la futura escuela). El criterio explícito para la constitución de esa comisión fue el de ex miembros de la EBP que hubieran participado de la experiencia del pase, es decir, los que "saben".
Lo primero que habría que señalar es que, al menos por lo que tengo entendido (quizás me pueda estar equivocando, pero tengo la suficiente seguridad de que es así como para plantearlo), este criterio es mas formal que real, pues algunos de estos que "saben", en realidad no han tenido otra experiencia con el pase mas que la de elevar su postulación. Lo cual no hace sino poner mas en ridículo dicho criterio.
El punto, justamente, es este: ¿desde cuando, en psicoanálisis, la crítica será tanto mas competente cuando basada en los que "saben"?
¿Para qué entonces Lacan definió el lugar del "no saber" como algo central para la escuela?
Obviamente, todos aquellos que han participado de esa experiencia tienen algo para decir.
Pero también tienen algo para decir, y probablemente mas esencialmente, quienes puedan hacer jugar la función del no saber para impulsar la crítica y reflexión sobre esa experiencia.
Es una barbaridad que, justamente sobre el tema del pase, se haya explícita y formalmente excluido la función del no saber, se haya impuesto el criterio de los "veteranos".
Con ese criterio, entonces, quienes no provenimos en modo reciente, de la experiencia de la AMP, no estaríamos en condiciones, tampoco, de poder hablar sobre la misma.
Con ese criterio, ¿qué sentido tiene el grupo de trabajo sobre el pase que hemos constituido en nuestro foro si ninguno de nosotros participó de la experiencia del pase?. Sin embargo, mas que un obstáculo, me parece que esa condición se ha revelado, al menos hasta ahora, una ventaja importante. Y cuando hemos necesitado hablar con quienes han participado en forma directa de la experiencia del pase no hemos tenido problemas en invitar a colegas, no solo de la AMP, sino también de otras escuelas. Gracias a lo cual hemos podido cuestionar muchas ideas que parecen ya consagradas en el ámbito AMP y ex AMP, como por ejemplo la idea de acumulación de saber con que se han manejado en la AMP (constitución de "carteles" del pase que van atendiendo a diferentes pases). En fin, de esto vamos a hablar mas en detalle en el seminario espacio escuela que dicho grupo de trabajo ha comenzado a coordinar y que tendrá su primera reunión abierta el próximo 14 de octubre, en este mismo lugar (el título del seminario es "pase<>nominación").
Lo que me importa señalar ahora es esta prioridad otorgada a los que "saben".
Otro punto donde esto se ha expresado es en los procesos estatutarios con que se han constituido las asociaciones de los foros en otros países. Ha sido bastante común el procedimiento que consiste en que un grupo reducido, los "notables", constituyen la asociación, y el resto solicita su admisión en la misma.
Podría considerarse un detalle secundario. Pero este también fue uno de los temas que se debatió con mucha fuerza al momento de la constitución de nuestro foro.
Los mismos que priorizaban la atención de las demandas de "alumnos" y que luego adoptaron actitudes autoritarias y segregativas, en ese momento proponían esa vía, tomando como modelo el estatuto de la asociación en Francia. En ese momento subrayamos que era un error erigir el supuesto saber psicoanalítico de algunos en jerarquía (y para colmo, jerarquía "fundadora") del foro.
d) Para terminar, quisiera tomar nuevamente el problema democrático, pues me parece que la tendencia en la red de foros va hacia a su liquidación.
En la carta del 5 de septiembre de 1998, la carta de convocatoria a la creación de los foros, C. Soler decía que la herramienta mas adecuada para abrir la discusión, es decir, para poner nuevamente en estudio la cuestión de la comunidad analítica, eran las listas de Internet.
En efecto, las listas de Internet permiten una discusión entre colegas de todos los países, es decir, una discusión internacional y muy horizontal.
Pero resulta que en el texto con el que C. Soler antecede y presenta su ultima versión de la "Charte des forums", es decir, lo que será el estatuto de la nueva Internacional de los Foros que se constituiría en el encuentro de noviembre en París, que tiene fecha 16 de septiembre de 1998, plantea que no sea discutida en la red de foros. Si bien en un párrafo dice que la misma "debe ser discutida por todos", una página mas lejos dice textualmente "después de discutir la cuestión hemos concluido [quienes discutieron y concluyeron?] que la lista electrónica de la red, abierta a cualquiera, no son el instrumento adecuado para llevar adelante este debate que concierne solo a los participantes inscriptos en los Foros". Por esa razón, la propuesta será enviada por correo postal a cada miembro.
Primeramente, no es cierto que las listas estén abiertas "a cualquiera", puesto que en cada una de ellas hay moderadores (elegidos por ella misma) que se encargan de moderar la inscripción a estas listas. Es posible que en dichas listas estén inscriptos colegas que no sean miembros activos de algún foro pero, como ocurre con nuestro propios "miembros adherentes", no dejan de ser colegas a los que se supone una simpatía o interés hacia este movimiento. Y por lo tanto no se ve que problema habría en que participen de la discusión.
Segundo, y más importante: se señala que la propuesta debe llegarles a "todos", pero no a través de la lista electrónica. Con lo cual se contrapone la lista electrónica a la distribución postal.
¿Cuál es la diferencia entre una instancia y la otra? Que en la lista, no se trata solo de "distribuir" la información, sino también de discutirla. Por lo tanto se plantea esta pregunta: ¿cuál es el problema en que la discusión acerca de los futuros estatutos de la IF se haga en público y participen todos los interesados? ¿qué organización es esta que debe constituirse en los secretos de los pasillos (o al menos de los circuitos cerrados de las listas privadas de correo electrónico)?
¿Cuál es el sentido de hacerle llegar la información a "todos" y al mismo tiempo descartar los instrumentos que permitan discutirla? ¿Por qué descartar esos mismos instrumentos que en septiembre del año pasado se consideraban los mas adecuados para discutir nada mas y nada menos que las formas de organización de una comunidad de analistas?
Casualmente tenemos aquí reproducida la situación que se dio con los estatutos de la futura ANFCL de Brasil.
La propuesta inicial era que los estatutos precedieran a la ANCL (se había estipulado una fecha en la cual quedaría redactada la versión definitiva de los estatutos, en forma previa e independiente de toda asamblea, y cada cual iba a tener que adherir "integralmente" a dicho estatuto para poder votar en la asamblea del encuentro de BH) con lo cual, la comisión redactora de los estatutos no dejaba de constituirse, de facto, en la instancia "fundadora". A pesar de la evidencia del carácter antidemocrático de ese método, hizo falta que intervinieran los colegas del FPSP para que una reacción se produjera y el procedimiento se modificara.
Por otro lado, para C. Soler, refiriéndose al encuentro de noviembre en París, dice que "está excluido que discutamos entre 600 personas" estos estatutos. "Necesitamos, por lo tanto, una reunión de representantes de los foros del orden de 40 o 50 personas".
¿Desde cuando y porque no es posible una discusión entre 600 personas?
¿Como se hace entonces en los congresos, aun mas numerosos, de otras instituciones?
Aquí se juega con un malentendido en torno a lo que significa "discutir". El punto no es que 600 personas se pongan a redactar un determinado punto. Lo que pueden hacer, y de hecho hacen en otros lados, 600 personas o mas, es discutir los ejes. Luego, una comisión redactora se encarga, con la presencia de representantes de las diversas corriente de opinión en juego, de hacer las redacciones que habrán de someterse a la votación de las 600 personas.
Esto tiene su importancia, porque toda la "charte de forums" juega sobre la ambigüedad entre las formas de la asociación única y de la federación. Si se trata de una asociación única, entonces la "charte" tendría que ser votada en una asamblea plenaria de los participantes del encuentro. Si se trata de una estructura federativa, entonces toda la organización de la IF debe ser repensada. En particular, debe asegurarse que en todos los foros se realicen asambleas que fijen un mandato para sus "representantes", y el cálculo de la cantidad de estos tendría que ser claramente proporcional a los miembros de cada foro (o de los participantes de la asamblea de cada foro).
Me pregunto, realmente, como va a ser esa reunión de "representantes", y que van a "representar".
Sobre estos puntos vamos a tener ocasión de discutir en detalle en próximas reuniones del foro.
Todo lo que quería subrayar son algunos matices, algunos problemas, que, cada uno aisladamente no sería demasiado grave, pero que sumados unos a otros, van configurando un cuadro que me parece bastante preocupante..
Podrán decirme que soy muy quisquilloso, desconfiado, etc.
Creo que simplemente, es cuestión de estar "advertidos". Y tenemos razones para estarlo.
Notas
(1) J. Lacan, "Variantes de la cura-tipo", Escritos I, Editorial Siglo XXI, páginas 315, 316 y 317
(2) La transmisión epiclérea se remonta a la antigüedad griega y corresponde al caso en que, ante la falta de herederos varones, una hija permanece en el hogar paterno y a ella se une un hombre (elegido entonces como doble del padre) hasta que un nieto pueda hacerse cargo de la herencia del abuelo, en una transición per feminas.
(3) Algunos números para dar cuenta de este "crecimiento": en América Latina pasamos, en 1950, de 75 universidades con 270.000 alumnos y 25.000 profesores, a 450 universidades y 2.000 instituciones de enseñanza superior, con mas de 6 millones de alumnos y medio millón de profesores (en ambos casos para las primeras).
(4) O. Coggiola, "Sobre universitarios, intelectuales y preciosas ridículas", Revista "En defensa del Marxismo", número 22, agosto/octubre 1998
(5) Ver J. Lacan, "De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad", Ed. Siglo XXI, página 252, nota a pie de página número 29
(6) Respecto de este punto agrego un comentario a posteriori de la reunión del lunes 20. Me llamó la atención que quienes hasta hace unas semanas saltaban como leche hervida ni bien mencionaba la palabra Brasil, no hayan casi respondido a esta intervención, luego, al momento del debate. Análogamente, en Brasil, me llama la atención la total indiferencia respecto de lo ocurrido en Sao Paulo, en el proceso de preparación del encuentro de BH. Que pasa? El silencio no es mejor respuesta que el autoritarismo, mas bien se dan la mano.
(7) En algunos textos que han circulado por la red de foros no se ha tenido empachos en ubicar al pase como la instancia de "evaluación" a posteriori de la "formación".
Notas posteriores
(x) Finalmente, en 2003 salió en Seuil una nueva "versión" que recoge casi todas las correciones marcadas en "Le transfert dans tous ses erratas" (claro que sin hacer ninguna referencia al origen de esas correcciones), y su correspondiente traducción al castellano (ya no a cargo de Rabinovich sino de Eric Berenguer) en la editorial Paidos.