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Recuerdo, repetición y reelaboración
Sigmund Freud, Obras Completas, Amorrortu, Tomo XII, páginas 145 a 157El psicoanálisis era entendido, descriptivamente, como llenar las lagunas del recuerdo, y en términos dinámicos, como un vencer las resistencias de la represión.
Pero en la clínica nos encontramos con que, en ciertos puntos, "el analizado no recuerda nada de lo olvidado y reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino como acción; lo repite, sin saber, desde luego, que lo hace" (152)
En especial, segpun Freud, "él empieza la cura con una repetición así", y durante el lapso que permanezca en tratamiento no se liberará de esta compulsión de repetición: "esa es su manera de recordar".
El analizado repite en vez de recordar, y repite bajo las condiciones de la resistencia. Repite todo cuanto desde las fuentes de su reprimido ya se ha abierto paso hasta su ser manifiesto, es decir, "repite todos sus síntomas". Esto demuestra que su enfermedad no es un episodio histórico sino "un poder actual" (153) "El hacer repetir en el curso del tratamiento analítico (...) equivale a convocar un fragmento de vida real".
"Cuando la ligazón transferencial se ha vuelt de algún modo viable, el tratamiento logra impedir al enfermo todas las acciones de repetición mas significativas y utilizar el designio de ellas como un material para el trabajo terapéutico" (155)
Volvemos la compulsión de repetición inocua si le abrimos la transferencia como la palestra donde tiene permitido desplegarse con una libertad casi total. Conseguimos así dar a los síntomas un nuevo significado transferencial. "La transferencia crea así un reino intermedio entre la enfermedad y la vida, en virtud del cual se cumple el tránsito de aquella a esta. El nuevo estado (...) constituye una enfermedad artificial asequible por doquiera a nuestra intervención. Al mismo tiempo es un gragmento del vivenciar real-objetivo, pero posibilitado por unas condiciones particularmente favorables, y que posse la naturaleza de algo provisional" (156)
Es preciso dar tiempo al enfermo para enfrascarse en la resistencia, para reelaborarla, vencerla prosiguiendo el trabajo en desafío a ella y obedeciendo a la relga analítica fundamental. "Sólo en el apogeo de la resistencia descubre uno, dentro del trabajo en común con el analizado, las mociones pulsionales reprimidas que la alimentan" (157) "Esta reelaboración de las resistencias puede convertirse en una ardua tarea para el analizado, y en una prueba de paciencia para el médico. No obstante es la pieza del trabajo que produce el máximo efecto alterador sobre el paciente y que distingue al tratamiento analítico de todo influjo sugestivo".